“Qué nada te turbe, qué nada te espante, sólo Dios basta”, cantaron las hermanas de María Inmaculada ante la imagen de Santa Teresa de Jesús poco antes de que realizara el emblemático tránsito por el Pasaje de la Merced.
En la novena procesión de Santa Teresa, desde que se retomara una salida procesional que se remontaba previamente a antes de la Guerra Civil, se estrenaron cuatro ciriales y la cruz parroquial y el animoso y emotivo avance del paso con la imagen, portado por veinte costaleros de una cuadrilla de cuarenta, lo alentó la Agrupación Santo Tomás de Villanueva con cerca de 90 miembros.
Tras la misa, muchos fieles acudieron a besar la reliquia, un hueso de la Santa, que se conserva en el ciudarrealeño convento de las Carmelitas y el paso comenzó a dirigirse al exterior del templo con la marcha ‘Ansiosa de verte’, inspirada en unos versos de la 1ª Doctora de la Iglesia y reformadora de la Orden del Carmelo. Una vez en la calle, sonó el himno nacional y la marcha ‘Gustad y ved’, canto litúrgico adaptado a marcha.
Claveles rosas en los laterales, y combinados con lilium rosas y gladiolos blancos en las esquinas y la parte delantera y trasera conformaron el exorno floral del paso, el mismo que el de la Virgen del Carmen, con Marcelino Abenza González de capataz, que tomó el testigo de su padre, el admirado por muchos en la Semana Santa ciudarrealeña, Marcelino Abenza Corral.
El recorrido por el pasaje de la Merced, con la marcha ‘Alarcos’ que da nombre al último disco de la Agrupación Santo Tomás de Villanueva, y el giro de la calle Postas a la calle Prado, sonando ‘De Capuchinos al cielo’, fueron otros de los momentos más emocionantes del recorrido de la última procesión del año, así como la entrada de la imagen de la Santa de regreso a la iglesia del convento de las Carmelitas, en cuya puerta, en los laterales, cuelgan dos pendones con los versos ‘Nada te turbe’ y ‘Sólo Dios basta’.
La Hermandad de Nuestra Señora del Carmen, con Carmelo Rodríguez como Hermano Mayor y 185 hermanos, fue la encargada de retomar hace nueve años la celebración de la procesión, a propuesta de las propias religiosas carmelitas, y este domingo 15 de octubre, festividad de Santa Teresa, se bajará la talla del trono y, de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas, habrá, por primera vez, un besa escapulario.
En la entrada de la iglesia de las Carmelitas, se pueden adquirir estampas, medallas y figuras de Santa Teresa, así como escapularios, cirios y pulseras, además de bolsas de recortes de las Formas para su consagración y rosquillos -muy demandados agotándose las existencias para este sábado- que elaboran las religiosas.
