La talla de la Virgen del Mayor Dolor, recién restaurada, será expuesta desde este próximo sábado en la Parroquia de San Pedro. La escultura se instalará a los pies del Cristo de la Buena Muerte, donde podrá ser contemplada por los fieles y vecinos de la capital.
Se trata de una imagen policromada al óleo, estofada al oro fino y con decoración troquelada, que fue tallada por Rausell y Llorens en 1944 y decorada por Juan Castellano.
Así lo ha explicado Alfonso Doblado, mayordomo de la Hermandad del Silencio, de la que la talla mariana es cotitular, junto al Cristo de la Buena Muerte.
Tras los estudios previos de rayos X, los trabajos de restauración se iniciaron el pasado diciembre en el taller del artista y restaurador ciudadrealeño Óscar Patón Tenorio y han consistido en limpiar toda la figura, con el fin de preservar la obra original “tal y como salió de los talleres de Rausell y Llorens”.
La escultura se había deteriorado con el paso de los años al haber estado expuesta en un escaparate a la calle ubicado en el domicilio de los anteriores hermanos mayores, Rafael Ruiz y su hija Pilar Ruiz (fallecida hace nueve meses). “Se habían ido degradando las decoraciones por el sol, y por los cambios de las temperaturas”, y por ello ha sido objeto de una restauración para restablecer el colorido y la madera de la policromía.
Elección del hermano mayor
La rehabilitación de la talla pone el punto final al mandato de la actual junta de gobierno de la cofradía, que será renovada este mismo sábado en la asamblea extraordinaria electoral que se celebrará tras la asamblea general ordinaria.
Las citas serán en el salón parroquial, a las 17 horas en segunda convocatoria la primera asamblea y con horario de votación entre las 18 y las 21,30 horas.
Casi con toda seguridad saldrá elegido por aclamación Ángel Ruiz Moyano, antiguo capataz del paso de la virgen, que encabeza la única candidatura que se presenta.
En ambos actos todos los asistentes cumplirán las medidas de prevención contra la Covid-19 indicadas por las autoridades sanitarias.
La talla de la Virgen del Mayor Dolor, ha recordado Doblado, es “muy querida y venerada por el pueblo de Ciudad Real”, tal y como se ha puesto de manifiesto durante años en su anterior localización en la Avenida de Pio XII, “donde la gente se paraba a rezar”, así como en sus dos salidas procesionales en Semana Santa, en concreto en las madrugadas del miércoles -en solitario- y el Jueves Santo -junto al Cristo de la Buena Muerte-.