Cuando pasaban unos minutos de las ocho de la tarde-noche de este domingo, ante numeroso público que esperaba expectante en las inmediaciones del templo, con unas condiciones meteorológicas no demasiado favorables y a los acordes de la Marcha Real interpretado por la banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora Del Prado- La Pasión, de nuestra capital, que durante el recorrido procesional interpretó escogidas piezas de su amplio repertorio, la Santísima Virgen de Los Remedios aparecía sobre un trono profusamente engalanado en la puerta principal de la ermita ubicada en la ciudadrealeña plaza el del Cristo del Amor.
Abría el cortejo el estandarte de la hermandad, marchando tras él dos reducidas filas de devotos de ambos sexos, portando cirios naturales, iniciándose así el recorrido que ha transcurrido por las calles Cuenca, Estación Víacrucis, Plaza del Carmen, Pedrera Baja, Espino y Remedios, para regresar al templo de salida al filo de las nueve de la noche.
Tras el pequeño “paso”, portado a un hombro por fuera, por una cuadrilla mixta de ocho miembros, que presentaba un exorno floral a base de claveles, lirios y margaritas en tonos blanco, amarillo y rosa, ocupaba la presidencia religiosa el sacerdote Adriano Delgado Perea, de la Parroquia de Santa María del Prado, La Merced, a la que pertenece el pequeño templo que podemos visitar en las proximidades de la plaza de toros. Cerraba el cortejo la referenciada agrupación musical.
Canto de la Salve
Al término de la procesión, -conjuntamente organizada por las hermandades de la Virgen de Los Remedios y del Santo Descendimiento-, y una vez que la imagen de la Virgen fue colocada en su lugar correspondiente, finalizaron los actos y cultos religiosos en este año 2019 con el canto de la Salve.