Las mejores historias personales se escriben desde los rincones más pequeños y suelen llevar asociadas grandes dosis de trabajo, sacrificio y de talento.
Una de ellas es la historia de Luis Ramiro García-Minguillán, un joven de quince años de Ciudad Real, cuyo palmarés es tan extenso como el listado de sellos internacionales que llenan las hojas de su pasaporte.
Gracias al ballet, este joven ciudadrealeño ya ha recorrido medio mundo, dando muestras de un talento que se ha reconocido allá donde lo han visto bailar.
Países como Holanda, Portugal o Francia, donde participó recientemente en la Youth America Grand Prix, donde ser reúnen directores y representantes de las principales escuelas de danza del mundo, han sido algunas de las paradas de una carrera que pese a estar en construcción ya roza la excelencia de los más grandes, lo que le llevará a Milán en el próximo mes de septiembre.
En la agenda de Luis y su familia había dos citas marcadas en rojo estos últimos meses. La primera de las fechas tenía escrito el nombre de la ciudad de París, donde acabó proclamándose como tercero de Europa en su categoría. La segunda de ella, la más importante, llevaba escrito bajo el 23 de junio, “Audición en Milán”, a la que estaban convocado grandes bailarines de todo el mundo y donde sólo había hueco para unos cuantos elegidos.

Su madre, Mariluz García-Minguillán, directora de la academia “Quijote en Danza” de Ciudad Real, relata que “realmente no pensábamos que a la primera pudiese ser elegido por una de las academias más prestigiosas del mundo”.
En este mismo sentido, añade: “Éramos conscientes de la calidad que tiene Luis, de lo duro que entrena y de lo lejos que puede llegar, pero esto era un sueño que parecía que tendría que esperar un poco más”.
Para Luis, que estudia en el IES Torreón de la capital, formar parte desde el próximo curso de la Accademia Teatro alla Scala “es un sueño” y confiesa que “tengo muchas ganas de que llegue el mes de septiembre para empezar el curso y aprender de los mejores”. Sin embargo, y pese a las ganas, también hay un componente que lo inquieta. “Aunque estoy muy contento, también estoy un poco nervioso porque es salir de casa, dejar atrás a tus amigos y adaptarte a un nuevo lugar”.
Por delante le quedan cuatro años de formación en Danza que compaginará con sus estudios académicos. Su perspectiva de futuro la tiene clara: “quiero estar siempre ligado de alguna forma con la danza. Es lo que me gusta y es para lo que estoy preparándome”.
En la sala vacía donde entrena cada día se cuelan algunos acordes de piano clásico procedentes de la habitación contigua donde están entrenando el resto de sus compañeros. Mientras, Mariluz observa a su hijo con un orgullo que se multiplica. Por un lado, el que siente como madre, “porque es un chico maravilloso, un estudiante modélico tanto aquí como en el Instituto y poco más se le puede pedir cuando claramente da lo mejor de sí».
Por otro lado, está el orgullo de ser su profesora. Con ella ha crecido y con ella ha ido puliendo una técnica que ya lo ha consagrado como el mejor de España en su disciplina durante los últimos años y que ahora aspira a serlo de todo el mundo.
Detrás de su éxito está el talento y el trabajo como únicas vías de llegada. “Habitualmente entreno de lunes a sábado una media de dos o tres horas diarias”, explica a Lanza el bailarín.
Esas horas, esos largos días donde se repiten las rutinas de forma estoica desde que apenas tenía cuatro años, ha sido la única clave para convertirse en el bailarín que es y que ahora pueda estar demostrándolo no sólo en España sino en el resto del mundo.

Para Mariluz, “que salga un talento como el de Luis en una academia como la nuestra es todo un hito. Somos una escuela pequeña, que trabaja desde la ilusión para estar entre las mejores de nuestro país en la danza clásica”.
Junto a Luis, más de ochenta chicos y chicas forman parte de una Academia donde ahora, se ha convertido en un ejemplo sobre el que reflejar el trabajo del resto.
“Mis compañeros están muy contentos. Me han felicitado y se sienten muy orgullosos porque esto también es una recompensa gracias al trabajo de todos”, comparte su alegría esta estrella del ballet en ciernes, con los que viajará la próxima semana hasta Portugal para compartir algunas de sus últimas piruetas junto a ellos que aspiran a convertir en eternas en el recuerdo.
Accademia Teatro alla Scala
Esta academia de Danza es una de las más prestigiosas de todo el mundo. Personalidades del baile como Attilia Radice , Giuseppina Morlacchi, Elide Bonagiunta o más recientemente Carla Fracci , Luciana Savignano, Liliana Cosi, Oriella Dorella , Paola Cantalupo, Marco Pierin, Massimo Murru o Roberto Bolle se han formado en sus aulas, que gracias a Luis Ramiro, ahora también tendrán acento español.
“Ya he comenzado a dar algunas clases para que en septiembre me cueste menos adaptarme”, explica Luis sobre su adaptación lingüística.
Pese a estar en pleno verano, no hay respiro. Suena la música, llegan las instrucciones de Mariluz y continúan los entrenamientos. Aquí Croisé derriere, allí Ecarté…sin parar, dejándolo fluir junto a la música, como el talento.