Imaginen una explicación más o menos larga sobre lo que es una región que concluya con una sentencia como “Así es la Mancha”; cuatro palabras que unidas en canción, bien sirven para relatar gran parte de la forma de sentir, de lo que se tiene y de lo que se vive cada día en Castilla-La Mancha, que cobra fuerza cuando lo canta María Rubí.
“La vida es como el flamenco, mejor si se improvisa“, se lee como carta de presentación en las redes sociales de la cantante; y algo así ha sucedido con su nuevo trabajo, tal como explica a Lanza. “Tenía muchas ganas de escribir una canción a La Mancha y surgió de forma peculiar. Mientras dormía, soñé la canción. Estuve toda la noche cantándola en mi cabeza, me levanté y la escribí”.
Después de aquellos versos entintados en un pequeño fragmento en blanco de papel, llegaron los acordes de los cinco músicos que siempre la acompañan y la culminación de esta canción, con la que cualquier manchego puede identificar sus campos, sus frías tardes de invierno y las tardecitas de paseo.
Este tema, dice Rubí, “va para los manchegos de cuna y de adopción, para los manchegos de paso, los de fin de semana y para los de toda la vida; para los descendientes de manchegos y para los que tienen aquí su ascendencia, para todo el que quiere y disfruta esta tierra, para todos los manchegos de corazón”.
De fondo quedan en el vídeo los molinos de Consuegra, gigantes de viento que prolongan el chorro de voz de la ciudadrealeña que sigue siendo una de las grandes personalidades del flamenco y la copla en la región, “tierra de historia y de luz…adonde siempre quiero volver”.
Así es la Mancha.