El sindicato de Comisiones Obreras (CCOO) tiene sospechas fundadas de que en la provincia más de la mitad de las empleadas del hogar estar trabajando fuera de la ley, de forma irregular. Actualmente un total de 3.030 personas están dadas de alta en la provincia de Ciudad Real.
Las personas que realizan estas labores de manera fraudulenta “triplican a las que trabajan con alta en la Seguridad Social”, explica la responsable sindical de la Federación de Construcción y Servicios de CCOO, Mariángeles López, lo que supone estar en una situación de indefensión y vulnerabilidad que se agrava aún más teniendo en cuenta que el 99% de estos trabajadores son mujeres.
Los sindicatos llevan años denunciando el trato de “trabajadoras de segunda” y las condiciones a las que se ven sometidas. López recuerda que en 2012 el Gobierno aprobó un decreto por el que se procedería a la equiparación progresiva de estas trabajadoras al régimen general de la Seguridad Social, cuyo plazo de adaptación finaliza en diciembre de este mismo año.
Ahora, el sector se enfrenta a la decisión del Gobierno de retrasar el proyecto de equiparación hasta el año 2024, lo que provocó a finales del mes de junio diversas protestas, alejando aún más la posibilidad de una legislación justa para “un sector que ya de por sí lleva muchos años con leyes que reconocen menos derechos que en cualquier otro colectivo”.
Desde el sindicato UGT, Alfonsi Álvarez insiste en que es necesario legislar para que la cobertura de acción de estas empleadas sea igual a la del resto de trabajadores. Y en este sentido recuerda que una trabajadora de hogar “no tiene derecho a desempleo, mientras que en el régimen general, un trabajador en paro sigue cotizando”. Esto hace que sus pensiones sean, prácticamente, las más bajas del sistema.
Mariángeles López insiste en que el Régimen Especial de Empleadas de Hogar supone fuertes desigualdades respecto al resto de colectivos y el convenio marco que existe “no se respeta nada”. No tienen derechos tan básicos como prestaciones, vacaciones, algún día de permiso… “Trabajan muchas horas al día que luego no les computan a efectos de pensión de jubilación”, reitera.
El principal empleo sumergido
Pero más allá de figurar o no en el régimen general, la situación de las empleadas del hogar en la provincia, como en el resto del país, es la de un colectivo altamente feminizado y en el que las condiciones laborales siguen siendo una asignatura pendiente.
Jornadas laborales de más de ocho horas en hogares, prestando un valioso servicio a la sociedad con el cuidado de niños, ancianos o realizando labores de limpieza, con salarios muy bajos, sin estar dadas de alta en la Seguridad Social, con una altísima rotación en el empleo y, prácticamente, sin ningún derecho laboral. Ésta es la radiografía que ambos sindicatos, CCOO y UGT, hacen de este sector que, tal y como indica Alfonsi Álvarez, “es el principal empleo sumergido”.
Sin derechos laborales y con amenazas
Es el caso de Victoria, que lleva más de cuarenta años trabajando en casas particulares y en diversas empresas de limpieza. En todo este tiempo ha cambiado de trabajo pero las condiciones no han variado apenas nada. Explica a Lanza que ha logrado estar dada de alta en la Seguridad Social “algunas horas” pero nunca a jornada completa.
“Se aprovechan mucho de nosotras; yo he recibido muchas amenazas de despido, en las empresas en las que he trabajado, si no aceptaba las condiciones que me ofrecían como trabajar una hora y cobrar sólo tres cuartos, no pagarme antigüedad, no tener vacaciones, obligarme a recuperar los festivos…” añade.
En los domicilios particulares en los que ha trabajado no ha tenido, tampoco, mejor suerte. “La mayor parte de las veces no te dan de alta en la Seguridad Social y cuando lo hacen es por un tiempo mucho menor al que realmente se trabaja”, afirma Victoria, una de las pocas empleadas del hogar que se ha atrevido, en varias ocasiones, a denunciar éstas situaciones en los tribunales, siempre obteniendo sentencias justas a sus reclamaciones.
“Uno de los principales problemas de este sector es la falta de unidad. Si todas nos propusiéramos luchar por nuestros derechos esto cambiaría; la realidad es que muchas mujeres no quieren que sus empleadores les den de alta en la Seguridad Social porque, en muchos casos, eso conlleva cobrar menos y muchas no se lo pueden permitir”, afirma Victoria.
Y en este punto coinciden también las principales centrales sindicales. El no estar agrupadas en una asociación ni, como es lógico, bajo un mismo centro de trabajo, hace difícil poder trabajar con este colectivo de trabajadoras. Es verdad que en los últimos años se han puesto en marcha diversas campañas sobre la obligatoriedad por parte de las personas empleadoras de dar de alta en la Seguridad Social a las empleadas del hogar, o la importancia de equiparar los derechos de las empleadas de hogar con el resto de trabajadores pero la realidad, explica Alfonsi Álvarez, “es que es un sector laboral prehistórico que precariza y discrimina aún más a la mujer”.
CCOO hace hincapié en la necesidad de visibilizar, sensibilizar y combatir la situación de especial vulnerabilidad y de precariedad en el empleo que sufren estas trabajadoras.
Desde UGT aseguran que las empleadas del hogar siguen siendo las grandes olvidadas en la equiparación de derechos y no pueden seguir siéndolo por más tiempo. Ambas centrales sindicales subrayan también la importancia de que la sociedad las vea como trabajadoras para que dejen de estar desvalorizadas.
Resaltan, por último, que es un paradigma que en pleno siglo XXI, en el que la atención a personas mayores es ya uno de los principales nichos de empleo de nuestro país, el trabajo doméstico y el cuidado de personas siga siendo uno de los trabajos más maltratados en cuanto a remuneración, condiciones y derechos laborales básicos.