Los jueces de este prestigioso certamen determinaron que el proyecto Casa Nau era merecedor de dicho reconocimiento por “el impecable trabajo de estructura arquitectónica”, al ser una vivienda que “presenta una singularidad en su relación con la ciudad, con la calle y con los usuarios”, tal y como destaca a Lanza el arquitecto Moisés Royo.
Para el propio Royo, el hecho de que Casa Nau haya sido el único proyecto español que ha sido seleccionado en los premios PIPA, puede ser, por un lado, “fruto de la casualidad”, puesto que “ha habido más de 200 propuestas que se han presentados a estos premios internacionales, siendo únicamente elegida esta casa”, mientras que, por otra parte, opina que “la singularidad de la respuesta arquitectónica dada, que es muy personal, ha provocado que haya destacado frente a otras”.
Dentro de este contexto internacional el arquitecto ciudadrealeño considera que en muchas ocasiones “es difícil saber cuáles son los criterios que se eligen, pues en este caso había cuatro miembros del jurado de México, EEUU, Emiratos Árabes e Inglaterra. Y el hecho de que esta casa haya sido elegida implica que con una arquitectura muy local y muy pensada para esa calle, iluminación y para los usuarios, permite que desde el panorama internacional se reconozca ese valor de lo local. Y eso es lo que más me satisface, al entender que existe ese reconocimiento desde culturas diferentes a un esfuerzo por intentar reflexionar sobre las cuestiones tan básicas como las de habitar en el siglo XXI”.

Explica que la casa premiada se concibió desde «muchos parámetros iniciados desde los requerimientos de la propiedad, usuarios y familia que nos establecían las condiciones necesarias para poder vivir en ella». A partir de ahí matiza como «con el estudio de la luz y esa envolvente curva de hormigón conseguimos resolver de un solo gesto toda la arquitectura».
Por este motivo aclara que con esa curva «hemos resuelto la privacidad de la casa frente al espacio público, siendo a su vez fachada, y protege climáticamente el interior de la vivienda. De esta manera, el techo de la planta baja comprime ese espacio para que los dos patios adquieran un mayor protagonismo y la luz dote de unas cualidades lumínicas especiales a la vivienda. A su vez, esa ‘cáscara’ de hormigón separa el mundo superior, el del dormir, frente al inferior, que es el de habitar. Por su parte, la fachada trasera, que es la que tiene mejor orientación al sur, se abre a través de una celosía verde vegetal que permite filtrar la luz del sol en verano, mediante las hojas de las trepadoras, mientras que en invierno hace que la luz penetre directamente al interior de la vivienda ofreciendo un espacio bastante más acogedor».
Según informa la organización de los premios PIPA «los proyectos premiados destacaron por su excepcional dedicación a la creación de ambientes que emocionan y despiertan los sentidos». En este sentido apunta que «PIPA 2023 fue una celebración de la excelencia arquitectónica. Los proyectos premiados mostraron el poder transformador del diseño, demostrando su capacidad para cautivar, evocar emociones y dar forma a las experiencias».

A pesar de que Moisés Royo no es ciudadrealeño de nacimiento, sí que se considera como tal, al afirmar que “por cuestiones de la vida nací en Barcelona, pero cuando me preguntan que de dónde soy, siempre digo que soy de Ciudad Real, pues llegué con un año y he estado aquí toda mi juventud hasta los 18 años en los que me fui a estudiar arquitectura fuera. Mis estancias en el extranjero como en Nueva York, Finlandia o París, ya sea estudiando o trabajando, me han dado una visión más abierta de lo que es pertenecer a un lugar. Y para mí Ciudad Real es mi sitio, el lugar donde he crecido y donde mi tallo se ha erguido, marcando la persona que soy ahora”.
Desde su punto de vista, el premio conseguido en Londres supone el reconocimiento «a una manera de hacer arquitectura con una visión muy personal, donde las formas de habitar del siglo XXI tienen que reflejar la sociedad tal y como somos hoy, adaptándose a la manera en la que vivimos. Normalmente vivimos en ciudades en las que las casas están diseñadas de forma muy rígida y como se construían hace 30 o 40 años. Pero, afortunadamente, la sociedad cambia y la tecnología sigue evolucionando, por lo que las casas, al igual que los coches o los medios de transporte, no dejan de ser otra máquina más de habitar y como ella debemos adaptarnos a los tiempos».

Otros reconocimientos a Muka Arquitectura
Pero el premio logrado por Casa Nau, no ha sido el único reconocimiento de consideración que ha obtenido Muka Arquitectura. Sin ir más lejos, y además de contar con numerosos premios en concursos internacionales, la casa que Moisés Royo tiene en Piedrabuena fue finalista en los Worldwide Award”, siendo reconocida entre las mejores obras del mundo 2017.

Buen momento de la arquitectura en CLM
En relación al estado que atraviesa la arquitectura en Castilla-La Mancha, Royo opina que “se encuentra como en la mayoría de nuestro territorio, siendo también un reflejo de la sociedad actual donde hay mucha arquitectura automática y que funciona, pero solo desde aquellos aspectos meramente programáticos, pues en las viviendas, por ejemplo, cabe la cama en el dormitorio y se puede cocinar en la cocina. Pero, más allá de cubrir esas necesidades demasiado básicas, en Castilla-La Mancha también hay arquitectos y políticos que están volcados en otro tipo de arquitectura donde se piensan más las cosas y existe una reflexión”.
Por ello opina que la Escuela de Arquitectura de Toledo “está ayudando a mejorar la capacidad de los arquitectos de la región a poder reflexionar y a tener una visión crítica sobre la arquitectura. Por ello, creo que la arquitectura de Castilla-La Mancha va cada vez mejor, gracias a las decenas de nuevos arquitectos que se han formado en la Escuela de Arquitectura de Toledo con grandes profesores que van a conseguir diseminar esas semillitas por toda la región. Y la calidad de la arquitectura y la forma en la que vamos a vivir en Castilla-La Mancha va a ser mejor de lo que tenemos ahora”.

«La arquitectura te ayuda a encontrar tu propia felicidad»
Fruto de su amor y pasión por el arte de construir y proyectar edificios, el propio Moisés Royo destaca que la arquitectura para él es como el “psicólogo” puesto que “te ayuda a encontrar tu propia felicidad, siendo una herramienta que tenemos los seres humanos como cobijo para sentirnos mejor tanto físicamente, en cuanto a temperatura, iluminación y todas las necesidades fisiológicas que necesitamos realizar durante el día a día, pero también a mejorarnos espiritualmente, pues la arquitectura nos mejora como personas, tanto desde el cuerpo como desde el alma”.