Dulces artesanos, juguetes de madera, cetrería, juegos para los más pequeños, bisutería de plata o cuero o alimentos de la tierra son sólo algunos de los productos y actividades que ya pueden disfrutarse en el Mercado Medieval que, desde la tarde del viernes, ha quedado abierto para el deleite de todos los daimieleños y visitantes que transiten las calles de la zona centro de la localidad.
Desde la Plaza de España, pasando por la calle Virgen de las Cruces y hasta la mitad del Parterre, más de medio centenar de puestos ofrecen un ambiente que evoca al pasado, y que se complementa con disfraces, decoración y música de la época.
El alcalde de la localidad, Leopoldo Sierra, acompañado de la concejal de Turismo, María del Carmen Rivero, de otros compañeros de corporación y de Manuel Baos, gerente del Lancelot Medieval y responsable del mercado, inauguraron el mercado, dando un paseo por los tenderetes más característicos.
Baos reconoció que “este año tenemos uno de los mejores mercados de la provincia, con unos 55 puestos donde se pueden encontrar numerosos artesanos y artistas, como un ebanista de escudos heráldicos, un escribano único en España, incluso a un vidriero en vivo”. Además se complementa “con una decoración, que en más de un 80%, se estrena en Daimiel”.
Por su parte, el alcalde destacó que “si Daimiel quiere vender turismo, tiene que vender atractivo y dinamismo”. Animó a todos los daimieleños a que visiten el mercado, a que salgan de casa y disfruten de la propuesta, sin olvidar otros lugares de interés en la ciudad como las Tablas de Daimiel o la Laguna de Navaseca. Invitación a la que se sumó la concejala de Turismo.