Los ecuatorianos de Bolaños de Calatrava, una de las poblaciones de Ciudad Real con más presencia de esta comunidad de migrantes hispanoamericanos, viven con tensión el estallido de violencia que ha obligado al nuevo Gobierno de Daniel Noboa a declarar el “conflicto armado interno”, con movilización del Ejército, muertos en las calles, secuestros, y asalto a una cadena de televisión.
“He hablado con mis familiares y están bien pero muy nerviosos, todos estamos muy nerviosos, ahora no pueden salir de casa hay toque de queda, bueno tienen pocas ganas de salir”, relata Rosario Paredes, presidenta de la asociación Lazos Culturales de Bolaños, a la que pertenece un pequeño número de ecuatorianos afincados esa población. “Somos la única asociación de ecuatorianos en la provincia en estos momentos”, recalca.
“No todo Ecuador está así”
Rosario ve con mucha tristeza lo que está ocurriendo en su país, aunque distingue, “no todo Ecuador está así, todo está más complicado en las grandes ciudades, Guayaquil, Quito, Cuenca…las ciudades donde hay cárceles de alta tensión”. De una de ellas se ha fugado el preso más peligroso del país, relacionado con las bandas organizadas del narcotráfico, José Adolfo Macías, ‘Fito’.
Hace tiempo se huyó otro recluso, Fabricio Colón, ‘Pico’, de los que estos días habla toda la prensa internacional. “No quieren que el Gobierno construya una prisión de alta seguridad en las Islas Galápagos y llevar allí a los presos más peligrosos”, cuenta Pareces, por las conservaciones que mantiene con otros compatriotas, pendientes de lo que ocurre allí (los analistas de política internacional hablan de estos mismos en los principales medios de comunicación).
¿Pero cómo ha llegado a esto Ecuador?
Rosario Paredes, que lleva veintidós años en España, siempre en Bolaños, no sabe cómo explicarlo, pero cuenta que el aumento de la delincuencia y la inseguridad ha sido en los últimos años.
“Yo me fui de mi país en busca de mejores condiciones de vida, de trabajo, casi por probar, no como algo definitivo. Primero vino mi marido aquí, pensábamos que por cinco años, luego yo, mis hijos, y al final estamos toda la familia muy adaptados. Pero no salimos de Ecuador por problemas de inseguridad”, repite.
Con familia en Ecuador, entre ella un padre del que se tiene que ocupar, Rosario viaja a su país con relativa frecuencia y ha comprobado cómo la delincuencia lo ha cambiado todo, en especial en ciudades turísticas como Catamayo. “Se ha infiltrado mucha delincuencia de Colombia, Venezuela y Perú, hay mucha gente de otros países que no está ahí por trabajo”, asegura.
Ella es de Loja, al sur de Ecuador, y en esa provincia no es tan grave la situación como en el resto, o al menos no lo hasta el brote violento de esta semana (el anterior fue el asesinato de uno de los candidatos a la presidencia, Fernando Villavicencio, en la campaña electoral de agosto), aun así, toma precauciones para llamar lo menos posible la atención.
Se mueve por Ecuador con más prudencia
“La última vez que estuve fue en junio del año pasado, cada vez que voy noto a la sociedad más tensa, yo misma no tengo la tranquilidad que antes. Procuro hablar cómo habla la gente de allí, que no se note que estoy fuera, la gente se aprovecha de los turistas”.
Pese a todo, cuando le toque ocuparse de su padre volverá a Ecuador, “tengo que ir sí o sí, la situación puede que cambie, cuando a uno le tiene que pasar algo grave da igual donde esté”.
Expresidentes iberoamericanos, Aznar y Rajoy, con el Gobierno
Más de treinta expresidentes iberoamericanos, entre ellos los españoles José María Aznar y Mariano Rajoy, han expresado este miércoles su “respaldo y solidaridad” al Gobierno de Ecuador, liderado por Daniel Noboa, por el reciente alzamiento de varios grupos armados tras la toma de una televisión en Guayaquil, en una información que recoge la agencia Europa Press.
“Ataque narcoterrorista”
La Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) ha transmitido su preocupación por el “despiadado ataque narcoterrorista” que enfrenta el Gobierno, que tendrá que “precautelar la vida de los ciudadanos”, así como “enjuiciar y condenar a los culpables por los atroces delitos cometidos”.
“Ante tamaño desafío, hacen un ferviente llamado a las fuerzas políticas representadas en la Asamblea nacional, a la sociedad civil, a los medios de comunicación, a las organizaciones sociales y al movimiento indígena, a que abandonen sus diferencias políticas y conformen una sólida unidad nacional”, ha señalado en un comunicado.
Entre los firmantes se encuentran hasta cinco expresidentes ecuatorianos: Osvaldo Hurtado (1981-1984), Jamil Mahuad (1998-2000), Lucio Gutiérrez (2003-2005), Lenin Moreno (2017-2021) y el último exmandatario que ha tenido el país, Guillermo Lasso (2021-2023).