La agrupación socialista de Ciudad Real, objetivo de las iras de personas contrarias a la ley de amnistía a los líderes del ‘procés’ catalán, acaba de denunciar ante la Policía Nacional la “violencia verbal, acoso y persecuciones”, que según la denuncia sufren sus militantes y simpatizantes en Ciudad Real, desde mediados de noviembre.
La denuncia, que formuló la semana pasada la nueva secretaria general de la agrupación, Sara Martínez, incluye también el vandalismo y los ataques a la sede de la calle Alamillo, en la que se suceden concentraciones “a diario desde el 12 de noviembre”, que según Martínez exceden “el legítimo derecho a manifestarse”.
“Acoso político sin sentido”
La secretaria general de los socialistas de Ciudad Real reconoce que hasta ahora no habían puesto denuncia por las protestas diarias, menos numerosas ahora que al principio, pero que han tomado una peligrosa deriva de persecución, y lo que Martínez considera “un acoso político sin sentido que consideramos que es delictivo”.
La pintada de ‘perras’: “Es la tercera y ya no la borramos”
Casi tres meses después de que empezarán las protestas en la sede del PSOE de Ciudad Real la fachada sigue luciendo la pintada de “perras”, la secretaria general del PSOE de la capital asegura que es la tercera. “Borramos las dos primeras que nos hicieron con insultos, la tercera la dejamos, porque para que nos pinten otra vez”.
Martínez espera que tanto la policía como la justicia actúen en consecuencia, “no hemos dicho qué tipo de delito o delitos se han cometido, son las fuerzas de seguridad y la justicia quienes tienen que hacer su trabajo”.
Denuncia colectiva: afectada a todos
Los “insultos, vejaciones e intimidaciones”, remarca la líder del PSOE de Ciudad Real, afectan a más de una persona concreta, y no solo a los militantes, sino a simpatizantes o personas que van a su sede a unas horas concretas -el concejal Nacho Sánchez lo aireo el viernes en el pleno-, por eso se ha puesto una denuncia colectiva, como agrupación.