Un año más nos acercamos al proceso de calificación del Azafrán en La Mancha, elemento clave para dar valor a nuestro producto con DOP, y que muestra el papel del Consejo Regulador como gestor de esta figura de calidad diferenciada.
Siguiendo con el camino marcado el año pasado, cuyos resultados en cuanto a cantidad, reparto geográfico y calidad pueden consultarse en la web institucional, el patronato aprobó la norma que regulará el proceso de calificación del azafrán, que se ha hecho llegar pronto a todos los productores, y que llevará a cabo entre el 22 de noviembre y el 2 de diciembre.
Todos los productores y envasadores de la DOP Azafrán de La Mancha están sometidos al control que realiza una entidad de certificación independiente, acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación y autorizada por la Consejería de Agricultura, con el fin de que comprobar el cumplimiento del pliego de condiciones por parte de los operadores inscritos.
El Consejo Regulador, mediante el proceso de calificación, colabora con el fin de minimizar al máximo la vulnerabilidad de nuestro producto, garantizando que únicamente el azafrán producido por los operadores aprobados por el Organismo de Control es el que podrá salir al mercado con Denominación de Origen, siempre a través de los envasadores certificados y en envases que muestran el distintivo de calidad de DOP Azafrán de La Mancha.
El objetivo de todo este proceso es asegurar que el consumidor cuando compre un envase con la marca de conformidad de la DOP Azafrán de La Mancha, tenga la confianza de que adquiere un producto de la máxima garantía de calidad y de procedencia.
El Consejo Regulador realiza una importante inversión en la vigilancia a fin de evitar, en la medida de lo posible, el uso ilegal por azafranes no acogidos a DOP de la referencia a “La Mancha” o la autorización de marcas comerciales que puedan confundir al consumidor.
