Viaje con circuito de cuatro días por los “pueblos negros” y la Alcarria en Guadalajara. Es uno de los pocos viajes cerrados por agencias de la provincia para la Semana Santa. Lo ha organizado Neyju Viajes de Ciudad Real y, dada la crisis que sufre el sector turístico, ha sido una auténtica proeza.
El mantenimiento del cierre perimetral en Castilla-La Mancha, al igual que la mayoría de las comunidades autónomas de España, ha sido el último revés. La cancelación de vuelos, los hoteles cerrados y los cierres de municipios forman parte del pan de cada día para las agencias de viajes desde que llegó el Covid.
Juan Velasco, gerente de Neyju Viajes, confirma que los viajes cerrados para Semana Santa eran pocos, pero han tenido que ser cancelados. Esta empresa que organiza viajes grupales tenía acordados viajes con hotel para Asturias, Cantabria y Benidorm. Todo ha tenido que ser cancelado y hay “unas 80 personas afectadas”.
“Dicen que la hostelería ha sido el sector más dañado, pero por lo menos han podido poner cafés, comidas al mediodía, nosotros ni eso”. Velasco calcula que en la capital “por lo menos han cerrado 4 o 5 agencias” desde el inicio de la crisis sanitaria. “Si nuestros ingresos son cero, al final tendremos también que cerrar”, advierte.
Restricciones, hoteles cerrados y desconfianza entre los clientes
El radio de trabajo está en la comunidad autónoma y Neyju Viajes no piensa tirar la toalla. A eso responde el viaje organizado a Guadalajara. Ya hay apuntadas 15 personas y, de momento, 10 irán seguro. Lo cierto es que las restricciones marcadas por el Covid ponen en grandes apreturas a los organizadores.
Así pues, Juan Velasco explica que “cada guía solo puede llevar a 10 personas”, de manera que no tienen otra alternativa que “cerrar grupos de diez en diez”. Esperan que dé resultado y todos los interesados puedan ir. Además, en los próximos días sacarán otro viaje para Cuenca, de Jueves Santo a Domingo de Resurrección.
Para generar “confianza” a la hora de viajar entre los clientes, esta agencia tiene previsto empezar a preparar “excursiones de un día”, a las Lagunas de Ruidera, al nacimiento del río Mundo, “la mayoría relacionadas con la naturaleza y el entorno rural”.
Se trata de retomar la actividad en esta empresa familiar que lleva desde noviembre paralizada. “Ahora trabajamos en casa y acudimos al local con cita previa”, apunta. Con respecto al verano, en un año normal ya tendrían cerrados muchos grupos para destinos de playa y montaña donde van “todos los años”. A estas alturas de 2021, todavía nada.
Pero es que, el problema de los viajes en verano no viene únicamente de la falta de clientes, sino de que ni siquiera pueden organizar circuitos porque “los hoteles están cerrados, aún no saben si van a abrir y, por lo tanto, no dan cotizaciones de precios”. En 2020, por lo menos hicieron algún viaje de última hora, “casi perdiendo dinero”.
Agarrados a la “cancelación gratuita” para cerrar reservas en verano
En Citytour Viajes la campaña de Semana Santa está perdida. “Nunca hemos sido muy emisores de viajes de Semana Santa, porque son fechas en las que las familias vuelven a casa”, explica Antonio Pérez, director comercial, pero este año ni siquiera han tenido solicitudes. “No sabemos lo que puede pasar y la gente ha preferido esperar”, dice.
La vista está puesta en el verano y en este momento la única herramienta con la que juegan las agencias de viajes son las reservas “sin gastos de cancelación” por ningún motivo concreto, en algunos casos de “hasta 3 días” antes de la salida. “No tenemos muchas más armas para hacer negocio”, señala Pérez.
En el último año no han vendido mucho más que “cuatro billetes de tren, alguno de avión para gente que se va del país”, de manera que la campaña estival es “primordial”. “Todo el mundo dice que va a empezar a parecerse a lo normal. Dicen que los ingleses han aumentado sus reservas en un 600 por cien. Pero ¿quién sabe si habrá otras olas?, comenta.
Hace apenas “ocho o nueve días” hicieron las primeras reservas de verano, aunque se tienen que llegar a ejecutar. El Levante y la Costa del Sol son los destinos que causan más interés, en concreto, poblaciones como Altea, Denia, Benalmádena. En general, “la gente está buscando menos masificaciones”, apunta Antonio Pérez.
Los precios no bajan, porque no hay oferta
En las últimas semanas, Citytour Viajes ha observado un “ligero movimiento”, sobre todo por parte de clientes que “se acercan a pedir información sobre viajes muy concretos”, circuitos por España, playa y casas rurales. En la agencia están bastante quietos, porque “no hay nada concreto, ni ninguna directriz marcada”.
En cuanto a los precios, Antonio Pérez confirma que la ausencia de turismo no ha provocado una bajada. “Los precios no están más baratos, como mínimo igual a los del año pasado, aunque de momento no son superiores”, apunta. Eso sí, anima a reservar de forma anticipada, porque hay interesantes descuentos.
Hay que tener en cuenta que, según explica el director comercial, al haber menos hoteles abiertos, hay menos oferta, y luego las medidas ‘antiCovid’ en muchos casos han supuesto inversiones extra; por eso los precios no han bajado. Asimismo, reitera que “la mayoría de los turoperadores y los hoteles están cerrados”.
El futuro es “incierto”. “Si conseguimos en junio el 70 por ciento de la inmunidad con las vacunas, indiscutiblemente podríamos salir adelante este año. Podríamos empezar a recuperarnos, aunque no estemos al 100 por cien”, señala Pérez. El problema es que no haya vacunas, que la gente tenga miedo a viajar y “que el mundo siga cerrado”.
Miles de euros de viajes de 2020 todavía sin devolver
Aunque mejore la situación de la pandemia, este verano los ciudarrealeños no tendrán muchas más opciones aparte de destinos en España. La cancelación de vuelos, el cierre de hoteles y la quiebra de empresas de cruceros ha puesto a las agencias de viajes “contra las cuerdas” y este año actuarán con “cautela”.
Después de 27 años al frente de Viajes Playamonte, Cristina Galán, la directora, resume el año como “la ruina total y absoluta”. “Esto no tiene otro nombre”, confiesa. Desde hace meses trabaja en su casa, porque no podía seguir con los pagos del alquiler del local, y continúa con su empresa para “gestionar devoluciones”.
La cancelación de los viajes ha dejado “completamente hundido” al sector. Hay que tener en cuenta que las agencias cierran viajes con turoperadores y hoteles que requieren un depósito, y ante el cierre y la quiebra de muchas empresas del sector parte del dinero comprometido el año pasado todavía no ha sido devuelto.
“Hablamos de miles de euros sin devolver a los clientes”, apunta Galán. Dinero que los clientes trasfirieron a las agencias y éstas a los turoperadores y a los hoteles, y que todavía no han llegado a los emisores a pesar de no disfrutar de sus viajes. En muchos casos las agencias lo han adelantado, a costa de endeudarse “hasta las pestañas”.
La directora de Viajes Playamonte critica que “el Gobierno rescató a empresas grandísimas, a aerolíneas y turoperadores muy grandes que todavía no nos han devuelto el dinero”, según explica, la ley los responsables subsidiarios de estos viajes son las agencias, las empresas más pequeñas. “Es indignante”, añade.
Desde hace un año tiene viajes anulados con depósitos sin recuperar. Entre ellos, “55.000 euros de un grupo que iba a viajar a Rumanía”. Estaba pagado desde el turoperador, a la compañía aérea y los restaurantes. Cristina Galán ha conseguido ya muchas devoluciones, pero todavía queda por recuperar.
Ante este panorama, pocas serán las agencias que se aventurarán a organizar viajes y circuitos en el extranjero, “por el temor a los brotes, a las cancelaciones”. “Si empiezo a organizar viajes entraré otra vez en el bucle de posibles anulaciones”, explica Galán, que confiesa que su “fuerte” eran los viajes al extranjero, a Tailandia o Nueva York.
Antes de la pandemia, las agencias estaban “a tope de trabajo”, con viajes de novios, particulares, grupos. Un año después, Cristina Galán confiesa que “la solidaridad se ha quedado en los balcones”, así pues, algún cliente incluso la ha abordado en su casa para recuperar su depósito, dinero que ella no tiene. “Esta Semana Santa, mejor quedarse en casa a hacer torrijas”, concluye.
