El público ha acogido bien los cambios en la carretera que recorre el parque natural de las Lagunas de Ruidera, desde Ruidera pueblo (Ciudad Real) hasta Ossa de Montiel (Albacete), un espacio compartido ahora por ciclistas (se han habilitado dos carriles a ambos lados), senderistas (en el arcén, de tierra y balizado) y un carril central para que los vehículos a motor circulen en los dos sentidos, con un límite de velocidad de 30 kilómetros hora, y la posibilidad de invadir el carril bici en momentos puntuales.
La dirección del parque no esperaba tan buena acogida de la reforma de la carretera, acometida por las diputaciones de Albacete (el tramo de más kilómetros) y Ciudad Real, que debe recibir la Junta de Comunidades, nueva propietaria.
“El trabajo ha terminado pero todavía no se ha recibido la obra, queda el traspaso”, explica el director del parque natural Ignacio Mosqueda, contento por la buena acogida de los usuarios este semana.
A la gente le ha llamado la atención que el diseño sea distinto en la parte de Albacete y en la Ciudad Real, “es una cuestión técnica, son diputaciones distintas, los técnicos de Albacete no vieron problemas en desarrollar el proyecto inicial, con los carriles de lechada bituminosa y luego pasarlo a caminos, mientras que la de Ciudad Real optó por hacer la obra como carretera. En cualquier caso, cuando pase a titularidad de la Junta se hará esa modificación para que el trazado sea homogéneo”.
Radares informativos
“Lo importante es que respeten las nuevas normas, hemos instalado radares a lo largo del trayecto que te avisan cuando no vas a la velocidad adecuada, no son para multar, solo informativos”, señala Mosqueda.
El nuevo trazado, que impide aparcar en los arcenes, invita a dejar el coche y caminar, como pretende la dirección del parque que anima a dejar el vehículo en las cuatro zonas de aparcamiento del recorrido: Ruidera, laguna Salvadora, laguna Santos Morcillo y Ossa de Montiel.
La prueba de fuego para la carretera ha sido el puente por el Día de Castilla-La Mancha, 31 de mayo, y el festivo del jueves 3 de junio, con mucho público pero sin incidentes reseñables, “los conductores van despacio y no ha habido problemas en los cruces”.
En paralelo al remate de la carretera, el parque remata las obras del nuevo centro de visitantes, “nos quedan detalles de la musealización, estará listo para finales de junio, esa es nuestra intención”.
Menos coches en el verano de 2022
Y habrá más cambios en el parque natural, pero ya de cara verano de 2022. La dirección de las Lagunas trabaja para regular el acceso con vehículos al entorno, “no se trata de prohibir, sino de regular”, sostiene el director, “queremos que haya un cupo máximo de visitantes en determinados meses y que solo se pueda acceder con una reserva de hostelería”. Con ese propósito se plantean la construcción de nuevos aparcamientos disuasorios, barreras, lectores de matrícula y habilitar una aplicación de telefonía móvil parar que el visitante que quiera acceder a una zona concreta vea cómo está y si puede hacerlo o no.
“Las Lagunas de Ruidera no son un parque acuático”, remarca Mosqueda, que se ha fijado como objetivo atraer no solo al bañista veraniego sino a un público más amplio de senderistas, ciclistas, fotógrafos de naturaleza u ornitólogos, que tienen menos protagonismo en el modelo actual, sobre todo en el verano que se acerca.