El Consorcio para el Servicio Contraincendios y de Salvamento de la provincia de Ciudad Real (SCIS), presta su Servicio a los 102 municipios de la provincia, a través de nueve parques de bomberos repartidos entre diferentes localidades como: Ciudad Real, Puertollano, Alcázar de San Juan, Almadén, Daimiel, Manzanares, Tomelloso, Valdepeñas y Villanueva de los Infantes, donde aguardan una llamada de emergencias, que les obligue a intervenir, demostrando que son uno de los mejores grupos de toda España.
Durante el último año se han incorporado a sus filas 26 bomberos, cubriendo las plazas empleo público ofertadas entre 2020 y 2021; y otros 20 procedentes de la bolsa de trabajo creada al efecto. En total, la plantilla es de unas 190 personas, según datos del propio SCIS, que prevé la apertura de otras 30 plazas de bombero para el próximo año.
Más de 6.000 actuaciones durante el año 2022
Durante el año año 2022, el número de actuaciones en las que tuvieron que intervenir los bomberos de la provincia de Ciudad Real, ascendió a 6.003, acumulando atenciones de todo tipo.
En la categoría de salvamento y rescate, el total de actuaciones durante el último año llegó a las 188; 108 fueron rescates a personas y 80 a animales. Entre las operaciones que más acumulación suman, están las derivadas de los accidentes de tráfico, que obligaron a participar en 111 actuaciones.
Otra de las llamadas más habituales en el Centro son las relativas a la apertura de viviendas a requerimiento del Servicio de Emergencia 112 y siempre bajo presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ya que se deben tratar de situaciones de urgencia. Este tipo de operativo, explica Miguel Peña, Gerente del Consorcio para el Servicio Contra Incendios y Salvamento de la Provincia de Ciudad Real, “lo mas habitual es el rescate de personas mayores que viven solas y que han sufrido una caída en el domicilio, o no responden a la llamada de familiares y conocidos y se requiere intervenir para comprobar que está todo bien”.
Es decir, y por si había alguna duda leyendo estas líneas, si alguien se deja las llaves dentro de su vivienda NO ES UNA URGENCIA que deba ser atendida por el servicio de Emergencia, en este caso, debe usted llamar al cerrajero.
El servicio de rescate es gratuito
Durante el último año, el SCIS no ha girado factura por sus rescates. Se trata, subraya Peña, de “un servicio público para la protección y atención a todos los ciudadanos de la provincia. En el caso de que se apreciara una mala fe, o engaño a la hora de solicitar la asistencia del Servicio, si estaría previsto poder girar una factura, pero afortunadamente no sucede eso. Nuestra función es ayudar y atender la emergencia”.
Pero ojo, hay casos, que cuando se tratan de imprudencias o negligencias sí podrían acarrear gastos para quienes tuviesen que ser rescatados o atendidos por los bomberos. En cada territorio depende de la normativa municipal o provincial vigente.
Hace meses saltaba a la luz una noticia en la que una joven de Alicante que había intentado suicidarse, al ser atendida por los bomberos que evitaron el fatal desenlace, recibió poco después una factura de 211 euros por parte del Ayuntamiento de la localidad, que poco después cerró el expediente comprometiéndose a cambiar la ordenanza municipal donde se contemplan estas tasas.
Unos días antes de conocerse esta noticia, también en Alicante, se denunciaba por parte de un policía, haber recibido una factura de 240 euros por la intervención del cuerpo de los bomberos para rescatar a sus padres, con movilidad reducida, que habían sufrido una caída domiciliaria dos días consecutivos, que finalmente acabarían por costarle la vida al progenitor.
¿Y si tengo un percance en la montaña también es gratis?
La montaña y los deportes de aventura, tienen cada vez más fieles apasionados, lo que implica irremediablemente que aumente el número de accidentes en territorios menos accesibles, que sin embargo, también están contemplados en la línea de actuación de Emergencias.
En nuestro territorio provincial, subraya Peña, “no contamos con lo que podemos catalogar como alta montaña, por lo que tener que intervenir en este tipo de entorno sería muy raro”.
Quien sí lo tiene contemplado es Guardia Civil, que en su página web ofrece información sobre cómo actuar en caso de un accidente en montaña, aconsejando que antes de disfrutar de ella, se tenga una mínima instrucción para comprender cuáles son los principales riesgos a los que se exponen.
Experiencia propia de un accidente en montaña
Era 9 de octubre de 2021; éste que escribe madrugó, contra todo pronóstico, para salir a correr por montaña junto a unos amigos; concretamente por algunas de las montañas que rodean la Dehesa Boyal de Puertollano, como había hecho otras tantas veces a lo largo de años. Después de más de 12 kilómetros de diversión, faltaba poco más de un kilómetro para llegar hasta donde habíamos estacionado los coches y pum, sin que nadie sepa cómo, el fémur, en mitad de un sprint que quedó en nada, se salió de su sitio rompiéndome el acetábulo izquierdo y dejándome tirado en mitad de un sendero poco transitable, esperando que en unos pocos minutos pudiese ponerme en pie para meterme en el coche e ir hasta el hospital para que atendiesen, pensando que se trataba de una rotura de fibras o muscular.
Aquello acabaron siendo más de quince minutos de dolor, de ponerme en pie entre dos de los compañeros de aventura y de pedir que me devolviesen a tirar en el camino, para que pidiesen ayuda al 112.
Unos minutos después -por suerte-, una ambulancia pudo acceder hasta casi el lugar donde me encontraba (los camilleros, junto con mis amigos, tuvieron que hacer unos cuántos metros de trecking para llevarme en volandas hasta el interior de la misma), siendo evacuado hasta el Hospital de Santa Bárbara donde tuvieron que hacerme radiografías, ingresarme y operarme unos días más tarde.
En mi caso, como siempre he sido corredor de asfalto, carecía de seguro de montaña, pero aquel rescate, no demasiado complejo, me salvó la vida y no, no me costó dinero, ni quebraderos de cabeza para demostrar que había sido un accidente sin haber cometido imprudencias. ¿Cuánto vale todo mi periplo? Según fuentes médicas consultadas para la elaboración de este reportaje, entre traslado, pruebas, operación e ingresos, “la factura podría haber alcanzado con facilidad entre los 15.000 y 20.000 euros”.
¿Qué es la licencia de montaña?
Entre los corredores populares de montaña, es cada vez más común que tengan este tipo de licencias. José Sánchez Vigara, presidente de los Troncha Cerros, una de las asociaciones deportivas más numerosas de Puertollano, explica algunas de las razones, por la que muchos deciden tenerla.
“En mi caso tener la licencia de montaña se debe básicamente a dos razones: la primera es por la seguridad que siento cada vez que practico deporte en este entorno, ya sea corriendo o con la bicicleta; y la segunda es por pertenencia, por la sensación de sentirte deportista”.
Desde hace más de cinco años, renueva su licencia y por suerte, han sido pocas veces las que ha tenido que recurrir a ella. “He tenido un par de lesiones como corredor de montaña y lo que sí es cierto, es la gran burocracia que hay que sortear para pasar un parte y ser atendido con la cobertura de esta licencia. Tienes que presentar toda la documentación firmada, autorizada y entiendo que, cuando son cosas leves, muchos de los que tienen licencia, prefieran recurrir a la Seguridad Social”.
Entre los 140 corredores pertenecientes a la asociación deportiva Troncha Cerros, cerca de un 15% dispone de licencia de montaña. La mayoría, como su presidente, no han tenido que comprobar la efectividad de lo contratado, pero, como tantos otros seguros, ahí quedan por si acaso. “Al final, son poco más de 80 euros al año, al mes, ¿cuánto supone?”; sonríe mientras justifica su licencia.
¿Cuánto vale la licencia de montaña y qué cobertura tiene?
Según datos de la Federación de Montaña de Castilla-La Mancha, el carnet como deportista federado de montaña varía dependiendo de la especialidad y los ámbitos territoriales para los que se contrate dicho seguro, yendo desde el territorio nacional hasta las expediciones polares y las montañas de más de 7.000 metros, con precios anuales que oscilan desde los 75 euros a algo más de 800 euros.
Como cualquier seguro, la póliza que los deportistas adquieren, contemplan desde lesiones por la práctica deportiva, hasta un seguro de vida por si el desenlace fuera el peor posible.