El presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, ha vuelto a apostar por la Feria Nacional del Vino consciente de que vale más de lo que cuesta y que el retorno que supone para el sector vitivinícola, así como para la provincia, la región y el país -generando empleo y riqueza- es incalculable pese a que existen datos que corroboran esta afirmación.
En este sentido, en una entrevista con Lanzadigital.com, el máximo responsable de la institución provincial y de la feria recuerda que los expertos han cifrado, a partir de cálculos completamente conservadores, que el volumen de negocio alcanzado por el sector a través de los precontratos que se firmen en la feria podría rondar los 45 millones de euros.
“Seguramente se superen con facilidad porque esa cifra se ha calculado teniendo en cuanta que solo el 80% de las bodegas presentes en la feria firmen precontratos por importe de 40.000 euros, aunque será más, seguro” argumenta José Manuel Caballero.
Influencia de FENAVIN en el sector
Y es que en cada edición, aunque parezca siempre que se ha llegado al límite, se supera la anterior, de forma que la Feria Nacional del Vino cumple este año su mayoría de edad con las mejores condiciones posibles y demostrando la influencia indiscutible y espectacular que ha tenido sobre el sector vitivinícola de la provincia pero, también, del de Castilla-La Mancha y de España.
Esa influencia ha posibilitado que, en los pasados años de crisis, precisamente sea este sector uno de los que ha podido afrontarlos en las mejores condiciones posibles y así lo demuestran los datos ya que, como subraya el máximo responsable de la institución provincial, desde que comenzó FENAVIN en el año 2001, la venta de vino en la provincia de Ciudad Real al exterior ha aumentado cerca de un 300%.
“En 2001 vendimos vino por 99 millones de euros y 2018 han sido 482 millones de euros facturados por vcenta de vino al exterior. Lo mismo podríamos decir de Castilla-La Mancha donde el aumento de vino ha sido de un 300% y en España que ha incrementado las exportaciones de vino es del 115%.”, detalla José Manuel Caballero.
Más espacio, más bodegas, más compradores
Pero ese éxito no ha impedido que desde la organización se siga trabajando, de forma que algunas de las cifras más importantes que pueden definir la edición que abre sus puertas son las de superficie, porque se ha aumentado la feria hasta los 33.000 metros cuadrados, lo que supone un 7% más que en la edición anterior; el número de bodegas que roza las 2.000; y el de compradores, que supera la barrera de los 18.000.
“Esperamos que estos tres elementos -más superficie, bodegas y compradores- garanticen más contactos comerciales y precontratos que garanticen una edición exitosa”.
Sin embargo, este año se da la paradoja de que, pese a que se ha ampliado el espacio expositivo y hay dos pabellones más, lo cierto es que hay más bodegas que nunca en reserva, superando ampliamente las 400, un hecho que Caballero atribuye a que “cada vez FENAVIN tiene más reconocimiento y es más valorada por el sector que sabe que estar en ella es rentable para quien desear vender y posicionarse en el mercado internacional”.
Mayoría de edad
Cumplir la mayoría de edad en esta edición le ha sentado de maravilla a la Feria Nacional del Vino, gracias en parte al trabajo del último lustro, de forma que llega en condiciones inmejorables porque es la feria de referencia del vino español en Europa y en el mundo; y una de las tres primeras ferias relacionadas con el mercado del vino de Europa y, por tanto, del mundo ya que la Unión Europea es quien tiene la posición prioritaria en materia de vino.
“No tiene competencia en el territorio nacional porque todo el mundo se ha rendido a FENAVIN, y no en términos deshonrosos, sino todo lo contrario: es un reconocimiento a una feria exitosa que ha mantenido, incrementado y mejorado su idea de negocio hasta esta última edición”.
Sin embargo, José Manuel Caballero se muestra prudente y, a pesar de que este año se han vuelto a superar las cifras de los años anteriores, reconoce que debe marcarse un techo o límite porque “demos ser conscientes de la necesidad de estabilizarse y no pretender superar en cada edición las cifras de años anteriores y así evitar que pierda su esencia de potenciar el negocio, de forma que no lleguemos a un caso de muerte por éxito”.
Y es que el presidente de a Diputación y de FENAVIN, lo importante es que se mantenga ese volumen de negocio actual de forma estable y que siga siendo la única feria del sector en España así como uno de los referentes de Europa.
Negocio junto a la reflexión para crecer
Además de ser la feria del negocio, FENAVIN también se ha creado un entorno adecuado para la reflexión del mercado del vino y su sector, de forma que hay un amplio abanico de actividades paralelas que inciden en todos los procesos de innovación y mejora del mundo del vino, comenzando por el cultivo y concluyendo por la elaboración, sin olvidar pasar por la comercialización.
“La Feria Nacional del vino ofrece una amplia agenda de actividades paralelas para contribuir a posicionar mejor nuestros vinos en los mercados internacionales y también a mejorar la producción, pero también para aumentar el consumo responsable en colectivos importantes y de interés como los jóvenes o el público femenino”
Medio mundo
Otra de las cualidades que hacen única a la feria que preside José Manuel Caballero es el hecho de que permita a las bodegas de la tierra el contacto, “en su propia casa porque es aquí donde vienen a verlos”, con más de la mitad de los países del mundo porque habrá compradores de 103 países mientras que la ONU reconoce 194.
“FENAVIN ha permitido el contacto con un comprador que procede de cualquier rincón del mundo y con el que se mantiene una relación comercial cercana; pero también ha generado una imagen de marca de calidad, de forma que posiciona a nuestras bodegas al mismo nivel que las del resto del país que, quizá por haber tenido una mayor promoción en el pasado, estaban mejor posicionadas”.
Expectativas
Fundamentalmente lo que se persigue desde la organización cuyo máximo responsable es José Manuel Caballero es que la cifra que resuma esta edición sea la de un aumento en el número de contactos comerciales porque eso es lo que define el negocio, aumentando los 411.000 de 2017 a los 415.000 de este año según unas previsiones, conservadoras, al igual que las que calculan el número de visitantes en 110.000 frente a los 108.000 de la anterior feria.
Por lo que se refiere al impacto indirecto que genera la feria, y que los expertos sitúan en más de 18 millones de euros ya que provoca, por ejemplo, que todos los hoteles de la capital y de la mayoría de la provincia tengan una ocupación ya del 100%.
“Por cada euro que invertimos desde la Diputación provincial en la feria, el retorno para la provincia es de unos 4 euros y medio, sin contar lo que se obtiene a través de esos contactos comerciales entre bodegas y compradores. La feria es rentable en sí misma”.
Apoyo institucional
Para la organización de esta edición, José Manuel Caballero ha querido agradecer tanto la colaboración económica del Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de su presidente Emiliano García-Page, así como el impulso político que también está ofreciendo el Gobierno a través de su ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas.
“Es especialmente importante el compromiso demostrado desde 2015, antes incluso de que se convirtiera en el presidente de Castilla-La Mancha, de Emiliano García-Page, con esa promesa que ha cumplido y que incluía también eliminar esa amenaza de sucedáneo de feria del vino que pretendía desprestigiar el auténtico”, ha señalado el responsable de la institución provincial, quien también ha agradecido la colaboración incondicional del Ayuntamiento de Ciudad Real que preside Pilar Zamora.
La feria está pensada desde la lógica del comprador, para que se avance mucho en el trabajo en los días previos a su inicio cerrando agenda y marcando tiempos para que nadie tenga desbordado en el stand pero tampoco que esté de brazos cruzados esperando que llegue alguien. Esa planificación del tiempo agiliza mucho los contactos comerciales porque evitan que sea una ‘venta a puerta fría’ sino que ya está todo muy casado y el comprador sabe qué va a ver”.
De hecho, José Manuel Caballero -que casi vive en la feria durante esos tres días en contacto con el sector, además de todo el año- reconoce que los propios vendedores le transmiten su sensación de que la Feria Nacional del Vino funciona muy bien, se muestran satisfechos y nos transmiten la confianza absoluta en FENAVIN como una herramienta útil y positiva para sus intereses. Los políticos no solemos recibir muchas felicitaciones pero en este caso las recibo antes y después por parte de quienes son los protagonistas”.
Un titular final
De momento, el presidente de la Diputación de Ciudad Real y de la Feria Nacional del Vino no piensa en felicitaciones sino en seguir trabajando para que todo salga a la perfección, ya que a partir de ahora quedan tres días para que el presidente de la Diputación pueda dar el titular que le gustaría.
“Mi titular al final de la feria es sencillo: Éxito rotundo de FENAVIN y satisfacción del sector, porque lo uno está relacionado con lo otro y sentaría las bases para la décimo primera en la que se empieza a trabajar al día siguiente”. concluye José Manuel Caballero.