Belén Rodríguez / Ciudad Real
Los ‘talent shows’ de cocina que proliferan por las televisiones generalistas están disparando el entusiasmo por los fogones entre niños y mayores. Los últimos seducidos por el háztelo tú mismo en versión cocina han sido los escolares del colegio San Juan de Ávila de la pequeña población de Castellar de Santiago, en las estribaciones de Sierra Morena, que han celebrado tres días de Jornadas de Cocina y Convivencia promovidas por la Asociación de Madres y Padres (AMPA) Giraldo de Merlo.
La repostera Rocío Arroyo, profesora de cocina en Bolaños y finalista de uno de esos programas ‘Deja sitio para el postre’, acompañada de algunas de sus alumnas, dio una clase magistral de dulces sencillos: galletas, cestitas y piruletas de chocolate a una centenar de niños de entre 3 (acompañados por sus madres) y 13 años, como parte central de una actividad para fomentar la convivencia escolar y “pasarlo bien con algo que se sale fuera de lo que solemos organizar los padres”, dice Antonio López Ceprián, vicepresidente del AMPA.
La cosa ha funcionado tan bien que ya piensan en una nueva edición y agradecen la colaboración desinteresada del Ayuntamiento de Castellar de Santiago, y a una serie de empresas de la localidad: Tescoma (les cedió delantales y gorritos de cocina), restaurante La Cabaña (cedió el local), Chucherías Los Golositos, huevos camperos Santa Clara, Congelados Ainoa, Quesos Mendoza, el Heladería Antiu Xixona, Tienda Natural, y Supermercados Día. “Se ha volcado todo el mundo con el colegio, dicen. El viernes hubo una degustación de productos de la comarca.