La DGT estima que cerca de 8.000 furgonetas y 5.000 camiones están implicados en accidentes con víctimas y gran parte de ellos tienen relación con la actividad laboral. “En la provincia hay bastantes accidentes de este tipo, sobre todo en la Autovía de Andalucía”, explica el teniente de la Guardia Civil Ángel Medina que el viernes dirigió a la salida de la capital en dirección a Toledo uno de los cientos de controles de furgonetas y camiones, objeto de una campaña especial de la DGT que culmina este domingo para sensibilizar al colectivo de profesionales de la conducción de la importancia de cumplir las normas.
“El objetivo es la seguridad, que nadie se lleve a error. Está demostrado que la fatiga es una de las causas por las que más accidentes se producen”, añade el oficial del Subsector de Tráfico a pie de un tipo de control algo diferente y más aparatoso que los habituales: se instala una báscula de pesaje.
“El exceso de peso y el incumplimiento del tiempo de descanso son las infracciones típicas, y eso es lo que estamos vigilando”, añade a pie del control el teniente, mientras un grupo de nueve agentes formado por un equipo de transportes, otro de atestados y dos equipos de motoristas se disponen a verificar las condiciones técnicas y elementos de seguridad de los vehículos de carga, furgonetas y camiones, aunque en este control, instalado en el kilómetro 183,500 de N-401 a la altura de la antigua azucarera entra un poco de todo, “también controlamos las alcoholemias, aunque lo principal son los vehículos con carga”, afirma el teniente.
Está demostrado que los controles de las fuerzas de seguridad pierden eficacia en la primera media hora, por eso no duran demasiado. No es el caso: “Hay que montar la báscula, comprobar tacógrafos, documentos, pesar…, se tarda un rato en desplegar el control por eso no es tan fugaz como otros”.
Así, entre las cuatro y las seis de la tarde del viernes los agentes controlaron ciento diez vehículos y levantaron actas por seis denuncias relativas a exceso de peso, infracciones relativas al tacógrafo, ITV y documentación. De alcoholemia se hicieron setenta pruebas, todas negativas.
Los camiones y conductores profesionales aceptan resignados las pruebas, pero no tienen tan claro que el objetivo sea la seguridad. Es el caso de Rafael Vega, de Piedrabuena, con dieciséis años de transportista profesional esta tarde va a Madrid y tiene previsto hacer varias paradas para recoger paquetería en Toledo. Los agentes le paran y compueban que el tacógrafo indica que se ha pasado con las horas de descanso, por lo que lo dejan retenido. “Esto me rompe total, porque ni me veo cansado ni creo que estoy en condiciones de no trabajar, la paralización en estos casos me parece absurda y muchas veces es difícil cumplir las horas porque la carga se retrasa y es tiempo que no estas conduciendo, pero te cuenta”.
Vega dice que “antes la gente se pasaba mucho con el tiempo pero ahora tal y como está la ley creo que es para sacar dinero”, argumenta mientras espera resignado el veredicto de los guardias.