El posible cambio que se está produciendo en nuestro clima, que hace que haya temperaturas más elevadas en casi todos los meses del año, podría ser uno de los factores que están provocando que el contagio de ‘pipis’ se produzca ahora durante casi todo el año, mientras que antes era algo más estacional que se producía especialmente en la época de verano.
Según explica a Lanzadigital.com Julia Ramírez, gerente de Joopi Kids también contribuye la resistencia que este insecto está demostrando a muchos de los productos de farmacia, lo que contribuye también a elevar el número de contagios.
“Muchos de esos productos acaban con el piojo pero no con la liendre, por lo que la pediculosis vuelve a reproducirse. Y si a ello sumamos que normalmente vamos con muchas prisas porque no tenemos tiempo y que es latoso eliminarla, pues al final quedan restos y volvemos a empezar. Pero no es que haya más piojos ahora, es que antes se dedicaba más tiempo a eliminar completamente las liendres”.
Mitos sobre los ‘pipis’
En este sentido, la especialista quiere aclarar que hay demasiados mitos respecto a la pediculosis y uno de los principales es que durante muchos años se ha relacionado con falta de higiene, lo que ha provocado que no se hablara de ello cuando es algo “que debería verse con total normalidad, igual que un niño se contagia en el colegio de gastroenteritis o varicela”.
Esa es la filosofía de este centro en el que no hay cortinas ni un escaparate opaco “porque el silencio es el mejor amigo del piojo, y queremos contribuir a eliminar ese pudor a decirlo abiertamente. De hecho, hay algo que deberíamos tener en cuenta: El piojo se alimenta de la cabeza en la que se instala, por lo que cuanto más limpia esté, más fácil le resultará. Asociar piojos a falta de higiene hoy en día es una leyenda urbana”.
De cabeza a cabeza
Igual que es otra leyenda urbana en muchas ocasiones la forma de contagio, ya que los conocidos también como ‘pipis’, ni vuelan ni saltan, de forma que sólo se contagian a través del contacto directo entre cabezas o alguna prenda de ropa o accesorio que haya estado en contacto con la cabeza infectada.
“El contagio sólo se produce de esa forma: cabeza con cabeza, o a través de algún objeto que esté en contacto con la cabeza, momento que el insecto aprovecha para pasar al nuevo húesped ya que corren muy rápido” indica Julia Ramírez, quien no puede evitar sonreir ante otro mito que cada vez es más frecuente escuchar: Los crían y los sueltan las farmacéuticas.
“Eso es imposible porque un piojo solo puede vivir fuera de una cabeza humana -que no valen tampoco animales porque son sólo parásitos de los humanos- un máximo de 48 horas, de forma que tendrían que tener voluntarios con la cabeza llena de piojos para que se alimentaran y se criaran. No hay forma artificial de criarlos”, apunta entre risas.
Factores y prevención
Por lo que se refiere a factores que influyen, aunque no están completamente definidos, esta experta recuerda que uno de ellos es el PH del cabello del niño o del adulto -“porque aqui no sólo hemos tenido que tratar a niños sino a familias enteras, incluyendo a las abuelas que suelen tener mucho contacto con los nietos”- por lo que también es importante utilizar un preventivo “ya que si el piojo llega a tu cabeza pero el olor no le gusta, el insecto acaba yéndose a otro lado”.
En este sentido, Julia Ramírez considera como uno de los preventivos más eficaces el árbol de té, que en este caso en su peluquería está disponible en gotas para mezclar con el champú habitual o en un 2 en uno, champú y gel, especialmente recomendado para pieles con algún problema o muy sensibles.
Asimismo, recomienda el insecticida natural que proviene de la corteza del arbusto Quassia amara, procedente de América Tropical y cuyos componentes son 100% vegetales, “por lo que es seguro y no tóxico, al contrario que lo que pueden provocar otros productos químicos, incluyendo eczemas en el cuero cabelludo. En este caso hay champú, acondicionador y gel fijador”.
Por otra parte, y además de los productos para el lavado de cabeza o su tratamiento posterior y las lendreras, en el caso de las niñas se suma la posibilidad de adquirir un coletero o diadema con nanoesferas de árbol de té adheridas que se liberan con el movimiento creando una barrera protectora y evitando el contagio durante 6 meses.
De cuatro a cinco huevos diarios
Una vez que el piojo ha conseguido llegar a su nuevo ‘inquilino’ puede poner entre cuatro y cinco huevos diarios -que serían las liendres-, “así es que imagina a qué velocidad se reproducen y por qué es tan importante no sólo eliminar el piojo sino también la liendre. En una infestación de 8 o 9 piojos, pueden estar poniendo casi medio centenar de huevos al día, de los que luego saldrán -al séptimo día- las crías, que se llaman ninfas, y que en 18 o 20 días ya se pueden emparejar y comenzar a poner más huevos”.
Uno de los problemas es que no siempre el picor se detecta desde el principio. “Hay niños que enseguida notan que el piojo está andando en su cabeza, porque se nota, pero hay otros que no tienen picor hasta más adelante y eso hace que, cuando se detecta su presencia, ya les ha dado tiempo a poner muchos huevos”.
Por eso Julia Ramírez recomienda como la mejor prevención de los ‘pipis’ el uso de una lendrera con las púas dentadas una vez a la semana al menos durante todo el año y con más frecuencia si se han detectado casos en el colegio. “Insisto en que es mejor una dentada, no las lisas que vienen con los productos de farmacia o venden en los supermercados porque esas lo que suelen hacer es recoger el piojo que ha muerto tras el tratamiento pero no la liendre, que sigue quedando ahí. Con estas, en cambio, se arrastra la liendre y se deja completamente limpia la cabeza del niño”.
Importancia de una buena lendrera
El hecho de pasar al niño o la niña la lendrera -con el cabello húmedo y desenredado para no hacerle daño- hace que se detecte enseguida una posible pediculosis para actuar cuanto antes: bien eliminando sólo los bichos si la detección es precoz, bien iniciando un tratamiento si ya hay liendres.
“En definitiva, pasando la lendrera es la única forma en la que te aseguras de que el niño está limpio ya que mirándoles la cabeza hay veces que las mamás no saben cómo son si es la primera vez, o pueden confundir la liendre con caspa, además de que si hay pocos es difícil verlos porque, insisto, corren mucho y mientras miras en un lado de la cabeza, ya se han ido al otro”, apunta la gerente de Joopi Kids.
Además de recordar que a su peluquería se puede ir a cortar el pelo a niños con piojos aunque no se hagan el tratamientos en el centro porque prefieran luego hacérselo en casa, la gerente destaca que Joopi Kids es un lugar en el que los niños se lo pasan bien y los padres se van con la tranquilidad de saber que la pediculosis se ha erradicado al 100%.
“Y, además, me gustaría destacar que somos un centro para todo el mundo porque no queremos que una familia no le pueda quitar los piojos a su niño porque no tenga recursos, de forma que tenemos descuentos para desempleados, familias numerosas… Lo mejor es que consulten, porque la garantía de acabar con el problema ya la tienen”, finaliza Julia Ramírez.
Joopi Magic: Deshidratar y eliminar piojos y liendres de forma más divertida
Joopi Magic es un dispositivo diseñado para la eliminación de piojos y liendres de forma 100% natural y efeciva con un diseño que les encanta a los más pequeños, explica a este semanario Julia Ramírez, quien detalla que el tratamiento con Joopi Magic consiste, en una primera fase, en la aplicación de aire caliente mediante un difusor con el que se mata a los piojos y liendres por deshidratación.
Posteriormente, con el aspirador con lendrera de acero que incorpora Joopi Magic y tras volver a rehidratar el pelo para garantizar que no sufra ningún daño sino al contrario, se aspiran los piojos y las liendres hasta su completa eliminación, aunque para más seguridad se vuelve a pasar la lendrera de púas dentadas, “de máxima efectividad”, para garantizar la limpieza por completo. Asimismo, continúa indicando la propietaria de esta peluquería infantil especializada en la eliminación de piojos, el tratamiento incluye también la evaluación de toda la familia para asegurar que están libres de piojos; y una revisión a los siete días para asegurarse de que el tratamiento y las recomendaciones han sido eficaces.
Todo el tratamiento tiene una duración aproximada de 60 minutos en un centro que, hay que destacar, está orientado a toda la familia y en ellos todo es posible: jugar, leer, relajarse tomando un café y, por supuesto, cuidar de toda la familia, porque los tratamientos no sólo se aplican a niños sino también a adultos que los necesiten.
Mechones solidarios para Fundación Aladina
Pero más allá del tratamiento de los piojos, que supone importantes facilidades como saben los padres que alguna vez han pasado por ello, Joopi Kids se caracteriza también por una importante vertiente solidaria que se traduce, entre otras actuaciones, en un convenio con la Fundación Aladina, que trabaja con niños afectados por el cáncer. Colaboran en la recogida de pelo a través de Mechones Solidarios, quienes confeccionan pelucas para niñas y niños. Con el único requisito de que el pelo cortado tenga al menos 20 centímetros de largo, si un peque -o su madre- decide cortarse el pelo, Joopi Kids se encarga de que llegue a quienes lo necesitan.
