Pregunta: Castilla-La Mancha ha descartado todos sus casos sospechosos de viruela del mono hasta la fecha. ¿Es probable que en los próximos días se confirme algún caso en la región?
Respuesta: Eso es jugar a los adivinos. Según el informe del ECDC del 31 de mayo, había 69 casos confirmados en España desde el pasado día 25, siendo el total en Europa de 321 casos desde que surgió esta epidemia. No es improbable que ocurra, pero no debe alarmarnos.
P: ¿Deben preocuparse los ciudadanos ante este virus o es importante que no se genere la alarma entre la sociedad?
R: Se trata de un virus bien conocido, frente al cual existen tratamientos y vacunas, y que normalmente cursa de forma leve. Por tanto, no existe justificación para la alarma, aunque siempre conviene mantener la vigilancia frente a esta u otras zoonosis.
P: Según aclaró usted recientemente en un artículo publicado en Lanzadigital, los actuales brotes de la viruela del mono que se han originado en distintos países fuera de África, entre ellos Europa, se deben a la variante occidental, menos patogénica, que circula en África occidental en Nigeria y países vecinos. También existe otra forma de la viruela del mono, la más patogénica, que circula en la República Democrática Congo en África central, donde periódicamente se detectan brotes con cientos de afectados y alguna mortalidad, sobre todo en niños e inmunodeprimidos. ¿Es probable que en Europa se de algún caso de esta variante? Y, ante ese panorama ¿habría que estar más alerta al ser más patogénica?
R: Podría ocurrir en el futuro, igual que ha ocurrido con la actual epidemia. Lo triste es que sólo nos fijamos en estas cosas cuando nos afectan de cerca. Sería bonito poder trabajar con estos problemas en los países de origen, buscando mejorar la salud de las personas que más los sufren. Lo ocurrido demuestra una vez más que los brotes de enfermedades transmisibles, aunque ocurran en zonas lejanas del mundo, pueden afectarnos.
P: ¿Qué medidas deben adoptar los ciudadanos para no contagiarse con este virus?
R: La mayor responsabilidad es individual: quien haya tenido contacto con alguien infectado o posiblemente infectado, y quien esté observando síntomas compatibles con la viruela del mono, debe mantener cuarentena y buscar ayuda médica.
P: Algunos científicos han indicado que el virus se quedará en un brote y no llegará a ser una pandemia. También afirman que con las secuencias que ya se han depositado en otros países y los análisis que se han hecho, no hay ningún cambio que pueda indicar hasta la fecha que pueda haber una posible mutación del virus de la viruela del mono. ¿Está de acuerdo con estas declaraciones?
R: Una pandemia se define como “una epidemia que ocurre en todo el mundo, o en un área muy amplia, cruza fronteras internacionales y generalmente afecta a un gran número de personas” (Last JM, editor. A dictionary of epidemiology, 4th edition. New York: Oxford University Press; 2001.). Yo diría que la actual epidemia cumple esos requisitos.
Y efectivamente, la secuenciación en general está indicando muy pocos cambios respecto a los virus conocidos de la viruela del mono, y bastante homología dentro de la actual epidemia. Lo más llamativo es la cantidad de eventos de transmisión entre personas, que es muy diferente al brote de Estados Unidos de 2003 donde todo fueron transmisiones animales a persona.
P: Los errores y las virtudes aprendidas durante la crisis sanitaria generada por la Covid, ¿pueden ayudar a evitar que el virus se expanda en demasía o a que se tenga controlada la viruela del mono?
R: Ojalá. El trazado de contactos y las cuarentenas (de personas con síntomas) son elementos que pueden ayudar en este caso, igual que ayudaron al principio de COVID-19. Pero hay cuestiones que no aprendemos: siempre queda la sensación de que vamos por detrás de los acontecimientos en lugar de adelantarnos.