La temporada de cría de buitre negro (Aegypius monachus) en el Parque Nacional de Cabañeros ha vuelto a arrojar unos resultados muy positivos y esperanzadores para la especie, con un total de 198 pollos que han logrado volar desde sus nidos este año.
Según han informado fuentes del Parque Nacional de Cabañeros, este espacio natural ubicado en las provincias de Ciudad Real y Toledo consolida esta colonia de cría, una de mayores del mundo de esta rapaz necrófaga que es imprescindible para el buen funcionamiento de los ecosistemas.
Coincidiendo con la conmemoración este fin de semana del Día Mundial de la Aves, los responsables del parque nacional han dado a conocer los resultados de los datos obtenidos en el censo anual que realizan sus técnicos, con el fin de controlar y observar la evolución de la colonia.
Para Cabañeros, la conmemoración de este día, en el que este año se hace un llamamiento para que las personas vuelvan a conectarse con la naturaleza a través de las aves, observándolas, donde quiera que estén: ciudades, parques, campos, bosques, montañas, humedales, era un buen momento para dar a conocer los resultados de la temporada de cría.
Los 198 nacidos y volados este año superan el resultado de la temporada de cría de 2020 en el que lograron volar 189 pollos y se aproxima aún más a la cifra histórica de cría que se registró en 2019, temporada en la que llegaron a volar un total de 215 ejemplares de jóvenes de esta especie.
La cifra de este año mantiene la tendencia positiva de cría que se viene registrando en este espacio protegido en los últimos diez años.
Y han recordado que en 2018 se registraron 167 pollos volando, en 2017 se alcanzaron los 187 pollos, en 2016 volaron un total de 169 y en 2015 el número de pollos que abandonaron sus plataformas/nidos fueron de 156.
El buitre negro es una rapaz necrófaga que es imprescindible para el buen funcionamiento de los ecosistemas y representan uno de los elementos prioritarios de conservación del Parque Nacional.
La especie elige para la nidificación grandes árboles en zonas de pendiente en la parte media o alta de las montañas y alejados de molestias humanas.
El éxito reproductor depende en gran medida de las condiciones
meteorológicas y si en el momento de la eclosión del huevo las condiciones meteorológicas son muy desfavorables, un pequeño número de pollos muere por frío o hambre.
La hembra de buitre negro pone un único huevo que incuban entre los dos miembros de la pareja durante 60 días aproximadamente, seguido de un periodo de otros 110 días de desarrollo del pollo en el nido, hasta que por fin vuela a mediados de septiembre, con casi tres metros de punta a punta de ala y unos 9 kilos de peso.
En el conjunto de España la población del buitre negro se encuentra en una evolución positiva a pesar de los problemas surgidos con su fuente de alimentación hace unos años.
Según un reciente informe de la organización SEO/BirdLife, este cambio tan positivo seguramente se deba a muchos factores, pero sin duda el esfuerzo realizado para revertir la prohibición que originó la eliminación de cadáveres en el campo ha sido fundamental en la recuperación de la especie.
El último censo de buitre negro coordinado por SEO/BirdLife en 2017 en España, la especie se reparte en 43 colonias y 6 parejas aisladas que reúnen 2.548 parejas.
Éstas se extienden por siete comunidades autónomas y catorce provincias y su área de nidificación ya no se encuentra limitada al cuadrante suroccidental de la Península Ibérica y norte de Mallorca (islas Baleares), como venía ocurriendo hasta hace muy pocos años, ya que los trabajos de reintroducción de la especie en Cataluña han tenido éxito y existe un nuevo y pequeño núcleo en la provincia de Lleida.
