La Junta se plantea habilitar puestos de caza accesibles en las monterías en cotos sociales

La Consejería de Desarrollo Sostenible se plantea habilitar puestos de caza en las monterías sociales para personas con discapacidad (quizá a través de pequeños cupos) que necesiten ayuda para cazar, lo que implica un acompañante en el puesto, algo que no está permitido por seguridad. Le pasó el 19 de noviembre a un vecino de Venta de Cárdenas (Almuradiel), Juan Carlos Rodríguez, con una discapacidad del 42%, que le afecta a la movilidad. “En casa me defiendo pero en el campo necesito que alguien se siente conmigo por sí me caigo”, ha contado a Lanza.  Cazador desde los diez años, sus problemas físicos -desde hace dos- no le impiden practicar su afición favorita: la caza, ayudado por alguien, pero ese día, en la finca Peñas Negrillas de Almuradiel, en la que se celebró una montería social promovida por la Junta, no pudo hacerlo pese a ser uno de los reservistas del sorteo.

No pudo cazar con acompañante, como quería

Al fallar uno de los titulares del sorteo inicial lo avisaron de que podía ir a cazar con poco tiempo de antelación. El caso es que se presentó el domingo en la finca, a la hora del reparto de puestos y no pudo cazar porque pidió un acompañante y se lo denegaron. Le explicaron que tenía que haberlo comunicado, pero esas explicaciones no le convencen y al final se fue de la montería frustrado. “No todo salió tan bien en la montería de Peñas Negrillas”, ha contado. La delegada provincial de Desarrollo Sostenible, Cristina López Zamora, que participó en la montería, la primera que organiza la Junta en este coto social de Peñas Negrillas (de titularidad pública) desde que se recuperó está figura (2019), asegura que no se pudo hacer nada. “La norma actual es clara: el cazador sale del punto sin posibilidad de acompañante, salen vehículos con los cazadores, los dejan en el puesto; lo permitido es una persona por puesto y un arma por puesto, y los recogen después”.

“Tenía que haber informado antes”, dice la Junta

En el caso de este señor no se pudo hacer nada esa mañana, “tenía que haber informado antes de su situación”, “de todas maneras buscaremos la fórmula jurídica para que nadie se quede sin cazar en estas monterías sociales, o bien destinando un número de puestos u organizando una batida para personas con diversidad funcional que necesiten acompañante cualificado”, ha contado López Zamora. Por lo demás, la delegada provincial de Desarrollo Sostenible afirma que la montería de Almuradiel, la primera en un coto social en Ciudad Real desde 2019 (en 2021 y 2022 hubo batidas de control), fue un éxito tanto por la participación como por el número piezas que se cobraron, “todo el mundo felicitó al director del coto”.

La próxima montería en un coto social será en Riofrío

Además habrá otra montería social al final de la temporada. “Haremos otra montería en el coto social de Riofrío, en Puebla de Don Rodrigo”. La Delegación de Desarrollo Sostenible proyecta ofertar la segunda montería social en esta finca de Riofrío, de 13.000 hectáreas, en Puebla de Don Rodrigo. Castilla-La Mancha cuenta con nueve cotos sociales en toda la región, cinco de ellos en la provincia de Ciudad Real. La delegada de Desarrollo Sostenible defiende “el potencial de la actividad cinegética en Castilla-La Mancha”, y destaca la capacidad dinamizadora de la economía del sector cinegético que genera “más de 14.000 empleos directos y factura 600 millones de euros”. También opina que la caza contribuye al cuidado de los espacios naturales y a la fijación de la población en el medio rural.