El parque nacional de Cabañeros, en el corazón de los Montes de Toledo, deja este último fin de semana de enero imágenes de ‘postal’, por el efecto de las lluvias de la semana pasada. Llovió tanto en la zona entre el 15 y el 20 de enero, al paso de las borrascas Hipólito, Irene y Juan, que la raña sigue anegada en muchos puntos por unas lluvias que la tierra todavía no ha podido absorber.
El agua en el parque, que ya ha abierto todas las rutas (algunas se quedaron impracticables), sigue estando presente en la zona una semana después, aunque la noticia meteorológica ahora sea la preocupante primavera del final del mes de pleno invierno.
El parque nacional, que invita a recorrer todas sus rutas (ya están abiertas), ha compartido este fin de semana las mejores imágenes de las borrascas, que le han aportado bastante agua al embalse de la Torre de Abraham y a todos los ríos y afluentes norteños del Guadiana.
La ruta del Boquerón del Estena, la más popular del parque, abrió al público este viernes (hubo que cortarla por la crecida del río Estena). El miércoles lo hicieron las rutas del Chorro, Chorrera Chica y Rocigalgo y del Macizo del Rocigalgo, en Los Navalucillos (Toledo).
Todas esas sendas vuelven a ser actas para el senderismo, aunque la dirección del parque recomienda precaución al cruzar por zonas en las que hay charcos y sigue habiendo humedad. La retirada de las borrascas deja tras de sí un paisaje revitalizado, con la cascada del Chorro descargando bastante agua, como se puede apreciar en el video compartido por el parque nacional en sus redes sociales.
La Chorrera de Horcajo
Los centros de visitantes de Cabañeros también están abiertos con normalidad. En Horcajo de los Montes el agua también han revitalizado su célebre Chorrera, a la que se accede por una senda de tres kilómetros y medio desde el aparcamiento de inicio. El agua baja con mucha fuerza de los montes toledanos.