Francisco Bertol, el acusado de intentar asesinar a su compañera sentimental hace tres años en Miguelturra, le preguntó antes de conserla a puñaladas por qué quería dejarlo. El dato, en el escrito de acusación de la fiscalía, lo ha aportado la víctima, Estrella Parras, una mujer de 43 años que sobrevivió milagrosamente a una brutal agresión que pocas víctimas de violencia de género pueden contar.
Parras es la principal testigo en el juicio que abrirá la semana que viene la sección segunda de la Audiencia Provincial, entre el martes y el jueves, por uno de los casos más graves de violencia doméstica de los últimos años de la provincia.
La fiscalía pide veinte años y medio de prisión, para el acusado, padre de una de las dos hijas de la víctima, que recibió ocho puñaladas, una de ellas en el cuello y “mortal”, según los forenses, la madrugada del 15 de noviembre de 2014 en su casa.
Se arrastró malherida hasta la puerta y una vecina la auxilió
La mujer tuvo tanto coraje que fue capaz de arrastrarse hasta la entrada de la vivienda en la que la encontró una vecina que avisó al 112. Eso le salvó la vida.
Estrella, dueña de su propia casa en la que convivía con su presunto agresor, no había denunciado nunca por maltrato a su compañero de 56 años entonces, aunque desde hace tiempo quería dejarlo “de buenas maneras”, según explicaron en su momento sus familiares.
Meses antes de los estos hechos, la relación se fue deteriorando y algunos familiares escucharon insultos y amenazas, pero ella nunca denunció, se limitó a pedir asesoramiento relativo al divorcio.
Por estos hechos, ocurridos la madrugada del 14 de noviembre, la fiscalía acusa a Bertol de intento de asesinato, dos delitos de maltrato (habitual y familiar) y un cuarto continuado de amenazas.
El acusado se encuentra desde entonces en situación de prisión provisional con la prohibición expresa de aproximarse o comunicarse con su excompañera y sus hijas. Una de ellas, de 18 años cuando sucedió todo, también ha sido citada como testigo.
