La falta de promoción turística de Cabañeros está obligando a cerrar negocios de hostelería y restauración que se abrieron en la zona a finales de los años noventa, en plena euforia por la declaración de parque nacional. Lo denuncian los empresarios de Horcajo de los Montes, la población de la comarca que es, junto con Retuerta, la más poblada (903 habitantes): “Es triste decirlo pero en estos momentos Cabañeros no nos aporta nada”, asegura tajante Mariano Gómez, presidente de Cabañeros Hortur, la única asociación empresarial de la zona.
“La aportación que recibimos de visitas al parque nacional es nula, es más, somos nosotros los que atraemos público a nuestras casas rurales, campings, etc, y recomendamos visitar el parque, cuando deberíai ser al revés”.
Quieren otro modelo de uso público
Los ocho socios de Cabañeros Hortur, que llevan años exigiendo al parque nacional y a la administración en general, “un nuevo modelo de uso público”, han resistido el verano “por la calidad y el servicio que damos, no por Cabañeros”, pero están alarmados por los “preocupantes” datos de ocupación que tienen para este mes de septiembre y el otoño en general, supuestamente época fuerte.
“Ya ni la berrea tiene tirón”
“A estas alturas de septiembre tenemos solo un 10% de ocupación y una de nuestras casas rurales solo un fin de semana del mes, ya ni la berrea tiene tirón”, remarca Gómez, portavoz del sentir general de la asociación, que después de su última asamblea ha decidido llamar la atención sobre las circunstancias de un parque que representa el bosque mediterráneo de la península, que estuvo a punto de ser un campo de tiro y merece la pena, pero que, insiste, “no se fomenta para que atraiga turismo a la zona”.
El centro de visitantes de Horcajo
El ejemplo más palmario es el centro de interpretación que se abrió en Horcajo de los Montes, unas instalaciones enormes diseñadas para que fueran el punto de referencia de Cabañeros y está pasando sin pena ni gloria. “Tenemos un centro de visitantes impresionante infrautilizado en Horcajo”, señala Gómez, que se queja de que “todo el uso público se centra en las visitas en todoterreno por la raña y la Casa Palillos [en Pueblo Nuevo del Bullaque, donde están las oficinas]”.
En Hortur, que no tiene representación en el patronato rector de uso y gestión de Cabañeros, están hartos, dicen, de pedir que alguna de las rutas en todoterreno salga de Horcajo o de otros pueblos, “para que la gente venga aquí, donde está una de las zonas de mayor riqueza paisajística, y no se hace”.
Además han propuesto construir observatorios animales, una forma económica de conocer el paraje, aparte de los senderos en los que se puede caminar por libre. en los foros en los que pueden intervenir, como las reuniones de la Red Europea de Turismo Sostenible.
Los empresarios de Horcajo sostienen que, paradójicamente a lo que creyeron, precisamente las reservas más importantes para este otoño tienen que ver con gente que va a cazar en la comarca, no con el turismo de naturaleza.
Cabañeros no es el motor que esperaban
Dionisio López, dueño de la casa rural La Casa del Tío Dionisio, abierta desde 1999 en Horcajo, de las primeras en aventurarse a abrir lo ve así: “El parque no está siendo el motor de desarrollo que esperábamos, puede que si no estuviera estaríamos peor, pero no ha cubierto las expectativas, y no parece que importe”.
López concede que el parque nacional de Cabañeros sí ha dejado impacto económico en la comarca, “genera empleo en estos pueblos, pero lo que no trae es turismo ni visitantes. Lo vemos a diario, todos estos pueblos de la zona influencia de Cabañeros hemos ido a menos”.
Y en Horcajo aún resiste el sector hostelero pero hay otras localidades como Alcoba de los Montes “en la que ya no hay ni siquiera donde comer”, interviene Mariano Gómez.
Despoblados al lado de un parque nacional
Esta semana los empresarios de turismo de la zona han hecho público un artículo de opinión en Lanzadigital.com, firmado por su presidente Mariano Gómez, llamando la atención sobre las circunstancias de los pueblos y la comarca de Cabañeros, en los Montes de Toledo, al norte de la provincia de Ciudad Real. El título, ‘Cabañeros, el parque nacional vaciado’, alude a la despoblación que también afecta a seis pequeñas localidades del entorno de todo un parque nacional.