Los feriantes trabajan y mantienen conversaciones con gran parte de los ayuntamientos de la región y de la provincia de Ciudad Real para que en los próximos meses puedan estar presentes en las ferias, manteniendo en todo momento las medidas de seguridad pertinentes que les permitan poder seguir con su negocio de manera segura. Conviene recordar que el año pasado tuvieron que parar como consecuencia de la pandemia, convirtiéndose en uno de los sectores más perjudicados por la COVID-19.
Así lo ha puesto de manifiesto a Lanza, Manuel Martínez, presidente de la Asociación de Industriales Feriantes de Castilla La Mancha, para quien 2020 fue un año “ruinoso” para muchos feriantes de la región. Explica que “en la provincia de Ciudad Real ya estamos preparando la forma para ver de qué manera podemos iniciar las primeras ferias”. En este sentido indica que ya hay ayuntamientos que están barajando la posibilidad de celebrar sus ferias, motivo por el cual, ambas partes (consistorios y feriantes), “estamos buscando una solución a los problemas sanitarios que han surgido durante la pandemia”.
Desde la Asociación de Industriales Feriantes de Castilla-La Mancha ya han hablado con algunas instituciones municipales, “al menos con los que tenemos más relación”, apunta Martínez. Así, señala que “el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan se está planteando la manera de ver cómo puede hacer la feria, aunque sea con limitaciones, mientras que el Ayuntamiento de Ciudad Real está más o menos comprometido en hacer todo lo que pueda. De hecho, incluso tenemos sobre la mesa un plan de estas dos ciudades para que sus ferias se puedan llevar a cabo, aunque tendrán que someterlo ante la corporación municipal para considerar finalmente una decisión u otra”.
“Hay algunos ayuntamientos que ya han empezado con los preparativos para organizar la feria, siempre teniendo en cuenta cómo sigue la pandemia, mientras que otros están esperando a los primeros días de julio para ver cómo evoluciona todo. En Socuéllamos, por ejemplo están intentando hacer su feria y montarla, mientras que otras poblaciones castellanomanchegas como El Provencio, Tomelloso, Daimiel y Villacañas tienen a su vez la intención de organizar su feria y fiestas”. A pesar de ello aclara que cada consistorio tiene sus propias normas al respecto.
Entre las medidas de seguridad que se deben aplicar para cumplir con las normas, Manuel Martínez señala que habrá atracciones “que tendrán que tener un metro y medio de separación la una de la otra. Además, si para llegar a una atracción se accede alrededor de otra, éstas deberán estar separada al menos por un metro y medio de distancia”.
“Ya desde hace cuatro o cinco meses las previsiones apuntaban que la situación iba a estar mejor y que probablemente las restricciones serían mínimas, como parece ser que así está sucediendo. Pero eso no quiere decir que no haya que seguir manteniendo todas las precauciones contra el virus. Aproximadamente para el 20 de julio la pandemia podría estar ya más o menos controlada, gracias, sobre todo, a las vacunas. Por tanto, aplicando los protocolos estipulados, se podrían hacer ferias con mayor o menor intensidad en prácticamente todos los sitios. Pero para ello hay que moverse y trabajar”.
A pesar de ello matiza a su vez que “en algunos casos hay personas que no han sido previsoras, por lo que puede darse el caso de que nos encontremos con un número significativo de recintos feriales que actualmente no reúnen las condiciones necesarias o que necesitan una inversión importante para poder albergar sus ferias”.
Reducción de tasas
Desde la Asociación de Industriales Feriantes de Castilla-La Mancha siguen reclamando una reducción en las tasas por la ocupación de los terrenos. A este respecto, Martínez recuerda que “las tasas son, en su mayoría, muy elevadas. También hay que tener en cuenta la situación en la que nos encontramos en la actualidad, ya que no es lo mismo que un feriante tenga su actividad abierta por la mañana o desde las seis de la tarde y hasta las cuatro, cinco o seis de la mañana, a las estimaciones que tenemos para este año, donde se prevé que nuestro tiempo de trabajo sea mucho menos largo ante las restricciones sanitarias y las medidas de seguridad. Por tanto, no se puede pagar la misma cantidad por la utilización de esos terrenos, motivo por el cual, los ayuntamientos deberían hacer una reconsideración en sus tasas”.
Situación atravesada por el sector
En cuanto a la complicada situación que han vivido los feriantes durante la pandemia, en especial a lo largo de 2020, el presidente de la Asociación de Industriales Feriantes de Castilla La Mancha indica que las pérdidas han sido numerosas: “Hay que tener en cuenta que tradicionalmente el feriante, en especial durante los últimos 15 o 20 años, normalmente suele acudir a sus ferias teniendo ya sus rutas programadas y previendo una serie de ingresos. Por tanto, no hay que olvidar que cuando se mueve un feriante únicamente aparece el titular, pero detrás hay durante toda la temporada siete, ocho o diez personas trabajando. Y todos los ingresos que obtienen los suelen aportar a un fondo común”.
En este sentido aclara que cuando llegó la pandemia “había un número elevado de feriantes que se encontraba en alguna feria”, pues recuerda como la aparición del coronavirus y el correspondiente confinamiento domiciliario “sucedió en una época cercana a San José, festividad que se celebra en muchos sitios de Castilla-La Mancha y del resto de España. Y hubo feriantes que en ese momento estaban en Castellón, en Valencia o incluso en Mallorca, habiendo pagado ya sus tasas y sus viajes, y habiendo renovado sus licencias y la ITV. Por tanto muchos de ellos, al cerrarse todo por el coronavirus, se quedaron aparcados en Mallorca o en Canarias sin dinero para poder volver”.
