Comenzaron su grado en Medicina en 2016, tras una Selectividad en la que se esforzaron al máximo porque no había margen de error para acceder a la carrera con la nota de corte más exigente. Siguieron años de trabajo intenso para superar un exigente plan de estudios y, entre medias, un confinamiento y una pandemia que revolucionaba la sociedad en general y la Medicina en particular.
Como guinda del pastel para el medio centenar de graduados en la Facultad de Medicina de Ciudad Real, un último examen para alcanzar el sueño que les motivó a cursar esta carrera y que marcará el devenir de su trayectoria profesional: el examen de MIR (médico interno residente) en el que este 2023 se presentaron 11.577 graduados para las 8.550 plazas ofertadas por el Ministerio de Sanidad.
“El 21 de enero”. A Cristina Copado no se le olvida la fecha del examen para el que se preparó desde que finalizó sexto de carrera. “Iba más tranquila de lo que esperaba. Había estudiado mucho y no se podía hacer más”, recuerda la que en pocos días será R1 de Pediatría en el Hospital General Universitario de Ciudad Real.
Cristina se siente afortunada. Ha conseguido justo la plaza que quería. Desde que comenzó el grado quería ser pediatra y su prioridad era formarse en Ciudad Real, cerca de su casa, en Puertollano.
Recuerda Cristina que el último semestre de 2022 fue muy intenso. Al poco de finalizar el grado comenzó a estudiar el MIR. Como gran parte de sus compañeros se inscribió en la academia CTO, con la que daban clases los sábados y les establecían calendarios de estudio. Sólo descansaban los domingos.
“Salí contenta del examen y ya solo te quedan los nervios de si podrás lograr la plaza que querías”. Hasta entonces, hasta abril que es cuando comienza el proceso de selección, Cristina, al igual que sus compañeros, se han dedicado a descansar y a viajar con amigos y familias para prepararse para un nuevo reto: la formación final de su especialidad.
“Será duro y habrá que seguir estudiando, pero seguro que será muy gratificante por el trato con el paciente”, concluye la nueva R1 de Pediatría de Ciudad Real.
Buenos resultados
Aunque todavía no hay un balance oficial por universidades de los resultados, la decana de la Facultad de Medicina de Ciudad Real, Inmaculada Ballesteros, apunta que por lo que ha podido hablar con los ya antiguos estudiantes, la percepción es que el resultado global de la séptima promoción de la facultad ha sido muy positivo y prácticamente el cien por cien ha estado entre la primera mitad de los examinados.
La decana apunta que a la hora de elección de plazas hay dos aspectos que hacen que el estudiante opte por una u otra. Algunos priman la cercanía y prefieren quedarse en Ciudad Real, siendo la especialidad relativamente secundaria, y, por otro lado, están los que su prioridad es la especialidad y da igual la ubicación.
En estas líneas se han movido los nuevos MIR que se han repartido por gran parte de la geografía nacional, aunque una elevada cantidad de ellos ha optado por continuar en la provincia, donde se han cubierto las 80 plazas de MIR ofertadas por el Sescam.
Plazas en la provincia
La Gerencia de Ciudad Real ofertó 38 plazas en especialidades y 14 de Medicina de Familia. La Gerencia de Alcázar de San Juan 14 plazas en especialidades y 8 en Familia. Por último, en Puertollano hubo una plaza de Medicina Interna y 7 para Atención Primaria. En este sentido, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, informó recientemente de que pronto también se formarán médicos de familia en la Gerencia de Valdepeñas.
Entre los estudiantes de la Facultad de Ciudad Real que han optado por desarrollar su residencia en otros puntos del país se encuentra Ángel Parra, un cordobés que pone rumbo a Las Palmas de Gran Canaria para formarse en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Esta especialidad era su prioridad y sufrió la espera de la adjudicación al encontrarse situado en el límite en el que las plazas de esta especialidad suelen agotarse.
En este sentido, apunta que suele haber tres barreras en la adjudicación. Hasta el número 600, cuando ya se han agotado las plazas de especialidades como Dermatología o Cirugía Plástica, hasta el 3.800 cuando se acaban las especialidades quirúrgicas, y hasta el 6.700 cuando ya solo suelen quedar las vacantes de Medicina de Familia.
Hasta el último día estuvo en vilo Ángel, porque un simulador que emplean los estudiantes para ver si pueden conseguir la plaza que quieren, a veces se la daba y a veces no. “Todo en el mismo día”. Por suerte la consiguió y ya está de lleno enfrascado en su mudanza hacia las islas.
Ángel explica que comenzó a preparar el MIR incluso antes de terminar la carrera. “Fui estudiando algo y ya llegué con una base” a una preparación que realizó en una conocida residencia-academia de Oviedo. “Fue muy duro”, explica, “estudiando catorce horas diarias”.
En este sentido, destaca que la Facultad de Ciudad Real prepara muy bien a los estudiantes y les inculca un buen hábito de estudio. Sin embargo, él reconoce que no fue muy exigente consigo mismo en la carrera e incluso optó por hacer un año de Erasmus. Eso hizo que le costara un poco adaptarse a la disciplina que requiere el estudio del MIR, pero una vez enfrascado, puso el foco hacia la meta y no miró atrás.
Preparado para iniciar su formación, Ángel consideró que algo tiene que cambiar cuando España necesita médicos y hay más aspirantes en el MIR que plazas. En la misma línea consideró que tienen que mejorar las condiciones salariales de los residentes. “Estuve trabajando en el extranjero y me ofrecían un buen salario para quedarme. Sin embargo, he optado por hacer la residencia en España por la buena formación que se recibe aquí”.
Ante este panorama, Ángel reclama que se cuide a unos profesionales en los que se invierte durante más de diez años en su formación.