Otro año más, con la llegada del inicio de la vendimia, han surgido las fricciones entre productores y bodegueros a la hora de cerrar unas operaciones de compraventa de uva que tengan garantía para ambas partes.
Las asociaciones de productores (Asaja e Unión de Uniones) reclaman más precio, ante un escenario idóneo, sobrevenido por los efectos de la sequía y el calor que están provocando importantes reducciones de producción hasta niveles “justos” para cubrir los mercados, mientras que los industriales retardan la publicación de las tablillas jugando con los tiempos y a la espera de que los remolques estén en la calle.
Los agricultores dan más ruido y piden que se cumpla la Ley12/2013 de medidas para mejorar el funcionamiento de la Cadena Alimentaria, e incluso avisan de acudir a la Guardia Civil y a la Fiscalía para denunciar que los contratos no reflejan cotizaciones en base a la realidad, mientras que desde la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), organismo del Ministerio de Agricultura, apuntan que los acuerdos se están firmando, sin fijarse demasiado en las condiciones.
Precisamente, el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, ha lanzado este fin de semana un mensaje a vendedores (viticultores) y compradores (bodegas) de uva “para el cumplimiento de la legalidad, que se negocie con transparencia y se firme siempre un contrato de compraventa por escrito”.
Este mismo lunes, ha recordado que es la AICA la que se encarga de velar por estas transacciones, por lo que es responsabilidad, a su juicio, del Gobierno central, investigar las operaciones.
Arroyo ha insistido en que “quien tenga algún tipo de duda, que denuncie”, aunque se ha mostrado convencido de que en Castilla-La Mancha, de manera mayoritaria, se está cumpliendo la ley.
El consejero ha valorado la actual vendimia, que “es muy positiva para todos: más reducida que en otras campañas, pero con unos precios para los agricultores más elevados de los que hubo el año pasado y con una calidad extraordinaria”.
Precios de uva
Los primeros precios que se publicaron este lunes fueron los de la uva de la DOP Mancha, para vinos IGP Tierra de Castilla y para otros vinos comunes, mientras que en el ámbito de la DO Valdepeñas, fue el grupo Félix Solís el que también presentó su tablilla para la DOP Valdepeñas, para la IGP Tierra de Castilla y para otros vinos.
Los precios de Mancha se sitúan, en general, ligeramente por encima a los de 2016, y dependiendo de las variedades oscilan entre las 3,50 y 6 pesetas.
Entre los blancos, el precio más alto es el del litro de chardonnay, que cotiza a 6 pesetas (0,036061 euros), mientras que para el sauvignon blanc se ha fijado en cinco (0,030051), el airén y macabeo se paga a 3,50 pesetas (0,021035), y el verdejo, a 4,25 (0,025543 euros).
Entre los tintos, los cabernet sauvignon, merlot y syrah tienen un precio de 4,80 pesetas (0,028849 euros), el tempranillo, a 4,40 (0,026445) y el resto de tintos están a 4,20 (0,025243).
En el caso de la cotizaciones de ‘Félix Solís’ para la DOP Valdepeñas repuntan en una peseta los tintos sobre los de Mancha, a 5,80 pesetas (0,028849 euros) cada kilogrado de cabernet sauvignon, merlot y syrah, y a 5,60 pesetas (0,033657) el tempranillo, mientras que los blancos están a los mismos niveles, al igual que para los de Tierra de Castilla y los comunes.
Un 18% por encima
Juan Manuel Cruz, secretario CRDO Valdepeñas, ha asegurado que los precios conocidos este lunes se sitúan entre un 18 y 20% por encima de otros años.
Igualmente, ha señalado que tras diez días de vendimia, con ocho bodegas abiertas, se habían recogido hasta este domingo 3,2 millones de kilos de uva de tinta y 2,2 millones de blanca de las variedades de ciclo más corto.
Cruz ha confirmado que el rendimiento en la transformación de la materia prima es menor, por los efectos de la sequía, dado que “el grano es más pequeño”.
La realidad del mercado
Por su parte, el portavoz de la Mesa de Productores de la D.O. de Valdepeñas, Francisco Patiño, ha reconocido que “están algo más caros”, aunque con las mermas en la recolección, de entre un 30 y un 40% “tendría que haber una guerra para hacerse con la uva porque hay poca”.
Ha insistido en que los precios “no se corresponden con la realidad del mercado”, y tan sólo obedecen “a intereses de algún grupo industrial”.
Igualmente, ha criticado que los precios se hagan públicos, en el caso de Valdepeñas, “cuando tengamos los remolques en la puerta de la bodega”
Ha asegurado que “de Madrid para arriba no hay nada”, con grandes caídas en zonas competidoras como Rioja o Ribera, al igual que en países vecinos como Francia o en otras latitudes como Argentina, todos con grandes recortes.
Por eso, este portavoz no ha descartado acudir a la Guardia Civil y a la Fiscalía “si se cometen ilegalidades”, dado que ha comentado que “es muy sospechoso que se pague la uva al mismo precio en varias comunidades”, lo que obedecería, en su opinión, “a un posible pacto ilegal”.
Vigilantes
En la misma tesitura se ha expresado el secretario de Asaja Ciudad Real, Arturo Serrano, quien ha urgido a los agricultores a que no entreguen la uva sino tienen por escrito de las entregas de uva, a través de acuerdos que contemplen el precio y las condiciones de pago, pues sólo así “cumplirán con la obligación legal”.
“Estaremos muy vigilantes, en contacto con las autoridades y con la Agencia de Información y Control Alimentario para que adopten medidas para que las bodegas cumplan las reglas de competencia”, ha agregado.
A juicio, “no puede ser que los agricultores estén cumpliendo con normas para garantizar la trazabilidad del producto, en algunas bodegas con hasta 18 parámetros, mientras que la otra parte no cumple con su cometido”.
Por último, ha sostenido que “no es razonable que el mayor peso y el esfuerzo lo haga siempre el agricultor”.