Los regantes de la Comunidad de Usuarios de la Masa de Agua Subterránea Mancha Occidental I (la que más afecta al entorno del parque nacional de Tablas de Daimiel) aseguran en un comunicado que se enfrentan a un inminente “desafío económico” con la aprobación del régimen de extracciones de aguas subterráneas para regar en 2024, que implica una reducción del 15% (el año pasado fue del 10%, el anterior igual y entre un 5% y un 6% en 2020).
La comunidad de regantes, en sintonía con las organizaciones agrarias en especial Asaja, siguen sin entender que tengan que ajustar el consumo de agua para la agricultura el año que viene, y expresan su descontento y oposición frontal en un comunicado al plan de extracciones 2024 aprobado el viernes pasado con su frontal oposición.
También se quejan del poco peso de su voto para decidir el consumo y la disparidad de fuerzas en la junta de gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, “donde los regantes de aguas subterráneas tienen apenas tres votos de casi 28 vocales que la componen. Cabe destacar que la mayoría de los representantes son de diversas instituciones”, aseguran.
La comunidad de usuarios argumenta además que esta disparidad sistemática de fuerzas resulta en la imposición anual de regímenes más restrictivos que los anteriores, generando un impacto negativo en la sostenibilidad agronómica y económica del Alto Guadiana.
“Las dotaciones por hectárea, que ya han sido reducidas progresivamente desde 2020, han alcanzado su punto crítico con la aprobación del régimen de extracciones para 2024. Estos regímenes establecen dotaciones de 1.700 m3/ha para cultivos herbáceos y 1.275 m3/ha para cultivos leñosos, lo que representa una disminución de aproximadamente el 15% con respecto a las dotaciones de 2019”.
Amagan con movilizaciones, protestas y huelgas
Por otra parte, la comunidad de usuarios del agua subterránea de Mancha Occidental I habla de medidas “más contundentes” en colaboración con los sindicatos agrarios, cooperativas y otros agentes, y no descartan “movilizaciones, protestas, huelgas e incluso la posibilidad de recurrir a los tribunales para impugnar el régimen de explotación aprobado el pasado 22 de diciembre en Ciudad Real”.
Agricultores que sí riegan pese a la sequía y el cambio climático
Frente a esto la Confederación Hidrográfica del Guadiana, repite por activa y por pasiva, que pese a que no hay recarga significativa en las aguas subterráneas desde 2014 los agricultores dependientes de ellas disponen casi de todo el recurso, el 85% el año que viene, algo que no ocurre en Ciudad Real con comunidades de riego dependientes de embalses como la Torre de Abraham, El Vicario o Gasset.
En estos tres años últimos años pueblos que se abastecían de aguas superficiales han tenido que tirar de pozos, en el Campo de Calatrava, a los que en 2024 se podrían sumar también localidades del Campo de Montiel por la falta de agua.
Por su parte, los regantes de esta masa de agua subterránea sobre explotada hacen un llamamiento a la unidad y solidaridad de todos los sectores involucrados para enfrentar este desafío y defender los derechos de los agricultores. “La situación exige una respuesta coordinada y decidida para preservar la sostenibilidad del sector agrícola en el Alto Guadiana”, rematan.