La Fiscalía de Ciudad Real, que no se opone a que salga en libertad provisional Gaspar Rivera, implicado en los asesinatos de dos empresarios desaparecidos en Manzanares en 2019 y 2022, ha confirmado a Lanza que el juzgado que instruye el caso ha vuelto a denegarle la libertad provisional contra su criterio.
“Nosotros no nos oponemos a la libertad provisional porque acusamos de encubrimiento a esta persona, al menos por ahora, con las pruebas que tenemos”, explica el fiscal jefe Luis Huete. Obviamente en el proceso están los abogados de la familia de Isla, y el juzgado de instrucción número 2 de Manzanares ha vuelto darles la razón, como el verano pasado. Esa vez se pidió una segunda opinión a la Audiencia Provincial que ratificó el auto del juzgado instructor.
El juez instructor del caso argumenta en el nuevo auto en el que deniega la petición de libertad provisional “que en este momento del procedimiento (diligencias previas 368/2022) persisten las causas que justificaron la prisión preventiva acordada en marzo de 2023”, ha confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. El caso sigue pendiente de nuevas diligencias de investigación necesarias para determinar el grado de participación de Gaspar Rivera en el asesinato de Juan Miguel Isla.
En prisión desde marzo, cuando se encontró el cadáver de Isla
Gaspar Rivera, de 73 años, está encarcelado desde marzo por su presunta implicación en el homicidio del empresario Juan Miguel Isla en Manzanares, que la Guardia Civil atribuye a su ‘protector’, el siniestro corredor de fincas Antonio Caba. Estando en prisión, el 29 de mayo, Rivera hizo una declaración voluntaria ante el fiscal jefe de Ciudad Real, y contó que Jesús González Borrajo, otro empresario desaparecido en Manzanares en 2019, al que se llevaba buscando años, estaba muerto y sus restos en el fondo de un sondeo de agua de una viña.
Rivera relató que él no lo mató pero ayudó a Antonio Caba -el principal acusado-, a deshacerse del cuerpo, por miedo a un personaje para el que hacía trabajillos a cambio de dinero. Su testimonio ha sido clave para esclarecer el segundo asesinato, por el que no tiene ninguna medida preventiva.
La confesión de Rivera permitió localizar a González Borrajo
El testimonio de Rivera permitió localizar los restos de González Borrajo, una tarea compleja que duró una semana, entre finales de mayo y los primeros días de junio, en un estrecho sondeo, a unos cuarenta y cinco metros de profundidad. El caso llevaba cuatro años archivado por falta de la evidencia de que estuviera muerto, el cuerpo.
“Si no hubiera sido por mi cliente los restos jamás aparecen”, explicó en su momento el abogado del septuagenario Abel Miranda, que seguirá intentando sacarlo de prisión en espera de que se celebren los juicios por ambas muertes.