La XX Edición de Mencatur (Feria de Caza, Turismo Rural, Artesanía y productos de la Tierra), ha sido inaugurada este jueves, con la idea de recibir cerca de 30.000 visitas a lo largo de todo el fin de semana -en horario ininterumpido de 10.00 a 22.00-, según previsiones del alcalde de Villanueva de la Fuente, Desiderio Navarro.
Junto al alcalde de la localidad, han estado el presidente de la Diputación provincial, Miguel Ángel Valverde, la delegada provincial de Desarrollo Sostenible, Cristina López, el secretario general de ASAJA y presidente de ASICCAZA, Florencio Rodríguez, el presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Agustín Rabadán, así como otros alcaldes y representantes políticos y sociales de la provincia.
Desde primera hora de la mañana todo estaba listo en el pabellón municipal de deportes de la localidad para lucir los 100 stands y más de 60 expositores, que este año forman parte de una Feria que no ha dejado de crecer en los últimos años.
Tras el corte de cinta, ha comenzado a sonar la música manchega, porque Mencatur significa encontrarse con las raíces de una comunidad que no tendría sentido sin los significantes de la ruralidad y de todo lo que surge de ella.
Poco ha habido que moverse para percibir los olores de los productos artesanos, mezclándose en el aire para recordar a los pueblos de Castilla-La Mancha, a los días de matanza y a esas tardes de compartir encurtidos frente a una copa del mejor vino.
Muchos de los stand que forman parte de esta vigésimo edición de Mencatur, ya han pasado por aquí en otras ediciones, como es el caso de Miel Liziana, Jamones Pepiño o Navajas Víctor Manuel, cuyo gerente reconoce que “Mencatur es un escaparate para entrar en contacto con otros sectores que comparten un mismo escenario y con los que pueden generarse intercambios importantes”.
Uno de los stand donde más han sonado los brindis ha sido en el de Vinícola de Cózar donde el objetivo “es dar a conocer nuestros caldos y situarlos en un mercado tan competitivo como es el de los vinos en Castilla-La Mancha”. Pese la gran competencia, “hay un mercado amplio que no sólo se remite a nuestro territorio, sino también a la posibilidad de salir fuera de España”.
Entre los dos pabellones feriales hay espacio para un refrigerio, para ver al fondo cómo se esculpen obras artesanales sobre los troncos de pino a base de imaginación y de motosierra.
De lejos también llegan algunos ladridos de la larga decena de perros de rehala que en unas horas llevarán a cabo una exhibición para los visitantes de Mencatur. Según llega el presidente provincial comienzan las explicaciones para poder diferenciar a un perro de caza de uno convencional, por ejemplo. O para dar algún detalle más de lo que significa tener un perro de prensa.
Muchos visitantes intentan el regate de precios, otros van primero para ver y luego para consumir. Todos buscan la sombra bajo los toldos marrones que sobrevuelvan de una lado a otro los dos pabellones feriales cobijando a todos los que llegan.
Y tendrán faena, porque según el alcalde de la localidad, la previsión es que durante todo el fin de semana acudan a Mencatur “cerca de 30.000 personas”. De momento, cuando acaba de despedirse el mediodía, ya han sido miles de personas las que han pasado entre los stand, sintiendo de cerca la esencia de la ruralidad que tan bien ha sabido captar y transmitir edición tras edición, Mencatur.