La alcaldesa de Ruidera, Josefa Moreno, recuerda como los primeros meses de pandemia, allá por marzo y abril del año pasado, fueron los más complicados. “En esos momentos en Ruidera tuvimos un brote de Covid importante. Durante esa época se produjeron alrededor de 40 contagios en la localidad y murieron dos vecinos, aunque uno en realidad no estaba aquí, ya que se encontraba en una residencia. Además, nuestro policía local, que también se contagió por Covid, quedó muy afectado, hasta el punto de que se ha tenido que quedar en segunda actividad, profesionalmente hablando”.
Dicen que después de la tempestad viene la calma. Y eso ha sido un poco lo que ha ocurrido en Ruidera, donde “en los meses posteriores se ha producido algún contagio esporádico, pero sin tener muchos problemas. De hecho, actualmente no tenemos a ninguna persona contagiada por Covid en Ruidera”, indica Moreno.
Josefa Moreno pone en valor el buen comportamiento que ha tenido la ciudadanía durante todo este tiempo. “Durante los primeros meses de la Covid-19, la hostelería de Ruidera se vio muy afectada, sobre todo en la Semana Santa de 2020. Conviene recordar que Ruidera es un municipio que vive del turismo, y esos momentos fueron complicados. Según fue pasando el tiempo, la hostelería se fue recuperando un poco, hasta el punto de que en el mes de junio ya empezó a venir mucha gente a las Lagunas de Ruidera, cuando normalmente lo hacían un poco más tarde”.
Según la alcaldesa de Ruidera, tanto los hoteles como los bares y restaurantes del pueblo y los que hay dentro de las Lagunas “consiguieron rehacerse y empezaron medio a funcionar. Y lo cierto es que no se han resentido tanto por la pandemia como en un primer momento se esperaba” puesto que “a la hostelería se le dio medianamente bien el verano”.
En este punto, la regidora municipal quiere agradecer el esfuerzo y la concienciación del sector hostelero, al indicar que “han sido muy responsables”, puesto que “han cumplido con todas las medidas sanitarias y de seguridad establecidas, y que guardan relación con el aforo, la limpieza de los establecimientos, el mantenimiento de la distancia de seguridad, etc. Incluso en los peores momentos ellos mismos decidieron cerrar sus establecimientos antes de que les dijésemos nada”.
El Consistorio de Ruidera también aportó su granito de arena para que el impacto provocado por la Covid en la hostelería fuese menos dañino. “Desde el Ayuntamiento decidimos quitar el impuesto de terrazas y también suprimimos los impuestos del agua y de basura”.
Las perspectivas de cara al verano parecen ser mejores que las del año pasado, pues según va avanzando la vacunación el riesgo de contagios es menor. En cualuier caso, la alcaldesa de Ruidera prefiere ser cauta y aclara que “como ya hicimos el año pasado, tendremos que poner vigilantes en las playas para que mantengan el aforo, vigilen para que se cumplan las normas y para que se mantenga la distancia de seguridad”.