Nervios e ilusión. Eso es lo que se respira a las puertas del colegio José María del Moral de Picón, donde pocos minutos antes de las nueve se congregan el medio centenar de alumnos del centro con menos ojos de sueño que otros días.
Hoy es un día especial para los alumnos de todo el centro, desde los 3 hasta los 12 años porque se van de excursión gracias al programa de la Diputación de Ciudad Real “Un paseo escolar”, que esta vez han adaptado ligeramente al hecho de que van niños de distintas edades.
Y es que en los colegios más pequeños de los pueblos de nuestra provincia las excursiones se hacen todos juntos, demostrando el importante ‘hermanamiento’ que existe entre los alumnos, ya que los mayores no dudan en ayudar a sus maestros haciéndose corresponsables de los más pequeños del grupo mientras los peques no dudan en ‘obedecer’ a los de más edad como si fueran sus hermanos mayores.
Pero es que, en el fondo, son una gran familia que en este caso dirige Silvia Ruiz Fernández, y a quien esta excursión acompañan Santi Sánchez de la Fuente, Cristina Romero Díez, Ana Belén Chico Laguna y Susana Culebras Jiménez, quienes a pesar de la responsabilidad que conlleva sacar a medio centenar de alumnos del centro escolar, transmiten pasión por las actividades extraescolares que hacen felices a “sus chicos”.
Esta iniciativa parte de la premisa de que la provincia de Ciudad Real atesora espacios naturales y artísticos de gran valor patrimonial que por su cercanía y belleza merecen ser conocidos por todos, y especialmente por los escolares y estudiantes.
La Diputación Provincial, consciente de ello y en su afán por contribuir y potenciar a su difusión, ofrece este Paseo Escolar con el convencimiento de que satisfará plenamente a los escolares, que de esta forma podrán ir descubriendo más dimensiones de una tierra que tanto recorrió, deslumbró e inspiró al propio Miguel de Cervantes.
Y para comprobarlo, llegamos al colegio la fotógrafa que firma las instantáneas de este reportaje y yo, alumnos y maestros nos reciben con los brazos abiertos y deseando contar lo que para ellos supone este viaje que realizan gracias al programa de la institución provincial.
“Para nosotros esta iniciativa es muy importante, hasta el punto de que si no existiera nos costaría mucho hacer una excursión porque somos un centro pequeño y con pocos recursos. Pero, de esta forma, vamos a poder salir con los alumnos dos veces este año”, apunta la directora del colegio José María del Moral.
Tras el correspondiente recuento -y la inevitable despedida de los padres a los niños ya en el autobús-, iniciamos la marcha entre cánticos tradicionales de excursión aunque más modernos que cuando los cantábamos las adultas que viajamos en este autobús.
En el camino, Silvia Ruiz explica cómo va a ser la visita en Manzanares: los más pequeños van a visitar en primer lugar el Museo del Queso Manchego -tras lo que harán un taller de manualidades- mientras que los alumnos de 3º a 6º de Primaria van a comenzar por otra de las importantes ofertas museísticas que tiene la ciudad, el Museo Manuel Piña, para luego ir al del Queso y conocer también el de Ignacio Sánchez Mejías inaugurado en febrero.
“Lo que los niños van a ver en el Museo del Queso Manchego llevamos tiempo trabajándolo en clase, explicándoles el proceso de forma adaptada a cada edad y preparado por sus tutores”, indica la directora del centro educativo quien detalla que había aspectos de la fabricación del queso que los niños, incluso los mayores, no conocían.
Asimismo, sirve a los niños para ir conociendo mejor la geografía provincial porque, antes de ir a Manzanares, buscaron dónde estaba, la distancia o lo que podían ver, entre otros aspectos.
Curiosidad
Aunque el día no acompaña porque llueve, lo cierto es que a los pequeños no parece importarles y cuando llegamos a Manzanares se apresuran a bajar del autobús y a colocarse por parejas -los mayores cada uno con dos pequeños de la mano- mientras que las profesoras se colocan en diversos puntos de la fila para tenerlo todo absolutamente controlado.
Así continuamos caminando hasta que nos acercamos al Museo Manuel Piña, donde los niños de entre 8 y 12 años se desvían hacia el museo del genial diseñador, donde les espera para hacer la visita guiada José Antonio Cano.
Una breve introducción sirve a los pequeños para ubicar la importancia que dentro del mundo de la moda tuvo Manuel Piña como uno de los referentes internacionales de la moda española desde finales de los años 70 hasta principios de los 90 del pasado siglo.
Aunque no es hasta que bajan las escaleras y llegan a la exposición cuando muchos se quedan con la boca abierta admirando las prendas que exhibe el museo -fruto de la donación que hizo la familia del creador así como aportaciones de colaboradores y amigos- y se escuchan los primeros comentarios entre las chicas: “pues yo ese me lo pondría”, demostrando así la vigencia de la obra del diseñador.
Una admiración que continúa mientras recorren la exposición haciéndose selfies y el guía les explica que las creaciones de Manuel Piña son únicas y excepcionales, muchas de ellas artesanales, donde se mezclan la moda y el arte, nlazando en ellas sus recuerdos e influencias de La Mancha de su juventud, de las tradiciones y el folcklore.
Pero también muestran las nuevas tendencias de una España renovada, de la nueva mujer feminista y de las tendencias culturales y artísticas más novedosas como la cola del vestido de novia diseñado para Bibiana Fernández -”la de Masterchef Celebrity”- y pintada como un cuadro o la colección dedicada a los bichos, que enseguida llama la atención de los chicos para tratar de averiguar a cuál se refiere.
La siguiente parada fue en el Museo del Queso, que los más pequeños ya habían visitado, y donde los escolares descubrieron algunos de los motivos que han llevado a conocer las razones de por qué el queso manchego es generalmente catalogado como el mejor del mundo.
Tras conocer leyendas sobre cómo se descubrió el queso, pudieron comprobar cómo se inició -y como ha evolucionado- su elaboración, además de los elementos distintivos que avalan que es un queso de calidad: En su aspecto exterior lleva las impresiones de los moldes tipo pleitas -trenza de esparto- en la superficie lateral y tipo flor en las caras planas; además de que los sellos DO garantizan su calidad.
La visita culminó con una cata en la que participaron todos los alumnos y en la que descubrieron el sabor ligeramente ácido, fuerte y sabroso, algo picante en los curados, que deja ese gusto residual agradable y peculiar que le confiere la leche de oveja manchega.
Además, los alumnos mayores de este grupo han tenido suerte y, mientras los pequeños hacen un ratón en un divertido taller de manualidades, puede recorrer con el guía parte del recientemente inaugurado museo a Ignacio Sánchez Mejías y en el que los escolares descubrieron la figura no sólo del torero sino también del dramaturgo, piloto y articulista.
Entre los objetos y documentos del museo -ubicado en la Casa Malpica junto al Museo del Queso Manchego- se refleja su temeridad como torero, y su perfil poco habitual como tal, pues donde a otros se les consideraba gañanes, Sánchez Mejías escribió novelas o presentó de gala en el teatro Ateneo su obra ‘La amargura del triunfo’.
Ver “en vivo” lo que se estudia en el aula
En el diseño curricular de los cursos de primaria se fijan como objetivos generales “conocer los aspectos fundamentales de las ciencias de la naturaleza, las ciencias sociales, la geografía, la historia y la cultura”. Igualmente se establece como objetivo “el respeto al patrimonio natural, histórico, artístico y cultural, para asumir las responsabilidades que supone su conservación y mejora”.
Además, en los distintos bloques didácticos aparece el estudio del relieve con el análisis de las rocas y su tipología, la hidrografía y su diferenciación entre aguas superficiales -ríos, lagunas y embalses- y aguas subterráneas, el estudio de los paisajes y espacios protegidos; la huella del hombre mediante el estudio de las cinco edades de la historia: Prehistoria, edad antigua, media, moderna y contemporánea.
La provincia de Ciudad Real posibilita que los objetivos que establece el diseño curricular puedan ser conocidos y explicados mediante la visita in situ a lugares y espacios de alto valor natural y patrimonial dentro del programa del Servicio de Cultura, Deportes y Juventud “Paseos Escolares para Alumnos de Educación Primaria y Educación Básica Obligatoria, Curso Escolar 2017-2018”.
Con esta iniciativa, la Diputación que preside José Manuel Caballero pretende ofrecer a los centros públicos y concertados de Educación Infantil y Primaria, además de los de educación especial de la provincia una serie de rutas donde poder explicar sobre el terreno las unidades didácticas relacionadas con las ciencias de la naturaleza, las ciencias sociales, la geografía, la historia y la cultura
En concreto, este programa ofrece a los colegios la posibilidad de realizar una serie de rutas: 1.-Parques Nacionales: Cabañeros y Tablas de Daimiel. 2.-Valle de Alcudia y Sierra Madrona. 3.-Llanura Manchega y Lagunas de Ruidera. 4.-Volcanes del Campo de Calatrava. 5.-Observación de aves y rapaces. 6.-Yacimientos Arqueológicos. 7.-Castillos. 8.-Órdenes Militares. Calatrava y San Juan. 9.-Órdenes Militares. Santiago. Terrinches y Campo de Montiel. 10.-Renacimiento y Barroco. 11.-Barroco y Renacimiento: Retablos y Órganos. 12.-Palacio de Viso del Marqués, las Virtudes y San Carlos del Valle. 13.-Ciudad Real y Almagro. 14.-Paisajes Cervantinos. 15.-Aires de Santidad. Malagón y Almodóvar del Campo. 16.-Molinos de la Mancha. 17.-Etnografía. 18.-Santuarios (Este). 19.-Santuarios (Oeste). 20.-Minería: Almadén, la Bienvenida y Puertollano. 21.-Gastronomía: Bodegas D.O. Mancha y Queso Manchego. 22.-Gastronomía: Bodegas D.O. Valdepeñas y Aceite.
La experiencia de salir
José Antonio Cano es quien guía en este Paseo Escolar al grupo de alumnos del colegio José María del Moral de Picón por el Museo del Queso de Manzanares y reconoce que, desde que la Diputación de Ciudad Real ha puesto en marcha esta iniciativa, han recibido más grupos de escolares en sus instalaciones.
Desde su experiencia, “a los niños, como son muy despiertos, todo les llama la atención y les gusta. No obstante, y aunque aprenden cosas como que el queso manchego se hace con leche de oveja manchega o el proceso de elaboración, lo cierto es que se suelen quedar más con la experiencia que supone el día de salir para aprender fuera del colegio”.
Respecto a lo que más sorprende a los pequeños cuando visitan el museo, reconoce que depende mucho de sus raíces “y de si llegan desde pueblos más pequeños, donde tienen una relación mucho más directa con la agricultura y, por lo tanto, tienen más conocimiento sobre ella bien sea a través de su familia o de amigos, o de si llegan de la ciudad que desconocen muchas más cosas sobre la elaboración del queso