La localidad de Porzuna ha vivido este domingo su día grande con la procesión del Corpus Christi, en la que destacan sus doce danzantes, que recorren las calles del pueblo bailando de espaldas, siempre mirando la Custodia, en señal de respeto hacia Cristo y la Sagrada Forma.
A las ocho de la tarde, tras la eucaristía, comenzaban a salir de la iglesia de San Sebastián los doce danzantes que han bailado delante de la hostia consagrada durante la hora y media que ha durado la procesión, ante la mirada expectante de centenares de vecinos de Porzuna y de localidades cercanas, que se han acercado hasta el municipio porzuniego para disfrutar de esta celebración, catalogada como Fiesta de Interés Turístico Regional.
Los danzantes, doce debido a los apóstoles de Jesús y a las doce tribus de Israel, han danzado a lo largo del recorrido procesional, frente a la Custodia, y pisando las hermosas alfombras y altares que adornaban el itinerario por el que procesionaban las autoridades eclesiásticas y locales, además de multitud de vecinos.
La danza que se lleva a cabo es muy pausada, en ella los brazos apenas se mueven, manteniendo uno levantado y el otro sobre el pecho. El ritmo lo marcan con los pies, pero apenas sin levantarlos del suelo. Se trata pues de un baile, siguiendo el compás de un fandango, aunque la posición de los danzantes difiera de la que habitualmente mantienen para este tipo de baile. Respecto a la ritualidad de la danza, es significativo que todos los danzantes bailen de espaldas, porque deben ir siempre de frente a la Custodia, como símbolo de respeto hacia la Figura de Cristo y la Sagrada Forma.
Sobre las nueve y media de la noche, los danzantes, tras pisar varios metros de alfombras de serrín y de sal teñida, han finalizado su recorrido procesional despidiéndose de la Sagrada Forma hasta el próximo año, cuando los doce danzantes volverán a desfilar al baile del Corpus Christi porzuniego que cada año congrega a más visitantes y turistas.
Liturgia del Corpus
Horas antes del comienzo de la procesión, los vecinos, desde primera hora de la mañana, han comenzado a confeccionar las alfombras de serrín y de sal teñida por la que ha discurrido la procesión del Corpus Christi porzuniego.
A lo largo de la procesión, los vecinos, a modo de promesa, han ofrecido altares en el centro de la calle por donde discurre la procesión para que el sacerdote se detenga a rezar una oración. Mientras tanto, los danzantes se han arrodillado ante la Custodia y el Altar en señal de respeto. Los altares han estado decorados con flores, mantos, cojines bordados y algunas imágenes relativas al Santísimo.