Había pasado un año desde que Jesús de Manuel saliese de Operación Triunfo con el estrellato efímero de aquel momento bajo el brazo. Quizás aquello y la frescura de un chaval con ganas de comerse el mundo fue lo que hizo que se colase en Supervivientes 2006, donde llegó hasta la final dejando algunas frases que ya son historia del concurso. Lo que vino después fue una vuelta a la música, singles que han sonado en decenas de realities a lo largo de estos años y trabajo, mucho trabajo, para seguir viviendo de este sueño de canciones en el que no todos se mantienen.
En 2005 se apagaron los focos de Operación Triunfo, que parecía haber recuperado la fuerza en su desembarco en Telecinco, después de que edición tras edición el formato fuese desangrándose en audiencias en Televisión Española, donde parecía condenado al olvido.
En aquella primera gala, se ganó al público un chaval de Puertollano con cara de niño, los pelos de punta y unos zapatos blancos desafiantes, que soñaba sobre aquel gigante escenario con ser cantante de verdad mientras comido de nervios hacía a España tararear el “Tanto la quería” de Andy y Lucas; que estaban en plena cresta de la ola, como los pantalones de campana, los rosarios en el cuello o los zumbidos en el Messenger que acabarían siendo protagonistas en el primer videoclip de “Amor de Contrabando”.
“Aquello fue muy bonito, pero dura poco. Llegas con la inocencia de un crío que quiere volar alto, pero te falta madurez, pulir tu capacidad y conocer el sector de la música. Eso hace que muchos acaben fracasando. En mi caso he tenido suerte de mantenerme en el mercado desde la humildad, trabajando mucho y siempre con posibilidades de jugar en la Champions de la música entre los grandes”. Hay otros cantantes, añade, “que pese a ser más famosos, no tienen más de tres canciones que se recuerden”.
Hay éxitos que parecen estables y sin embargo están cogidos con pinzas, por eso, dice “me llama la atención cuando chavales que están empezando en este mundo alardean de “grandes palos“, de “bombazos” y similares en las redes sociales. En la música hay que trabajar muy duro para mantenerse y hay que tener los pies en la tierra”.
Su carisma traspasó las pantallas en aquel primer minuto y medio, lo que le valió para ser el favorito del público en aquella primera gala; pero los sueños muchas veces son barcos de papel navegando en plena tormenta. Cuatro galas después de aquella fama recién estrenada, tuvo que marcharse de aquella academia para empezar a luchar por conseguir hacer de la música su profesión y el camino quedaba claro, estaba lleno de obstáculos en los que tantos otros han ido tropezando.
Lo que vino fueron dos años de preguntarse si de verdad la música era su futuro, si realmente estaba destinado a ella, o si aquello que acababa de vivir era tan sólo un sueño que había cumplido. En silencio estuvo trabajando para crear su primer disco cuyo lanzamiento se dilató en el tiempo casi tanto como el fichaje de Mbappé por el Real Madrid. Una mañana sonó su teléfono, con un número extraño que no tenía agendado que le abría las puertas para regresar a la tele de la mano de “Supervivientes”; o lo que era lo mismo, a la oportunidad de conquistar a la audiencia por otro camino, aunque aquello obligase a la música a esperar unos meses más.
Tras meses en una isla donde jugó a hacer magia con el fuego volvió a España, recorrió los platós y poco después lanzó al mercado “Amor de contrabando” con el que puso a bailar a todo el país, mostrando la carta de presentación de un cantante que había llegado para quedarse.
“A ese tema le debo mucho. Aquella canción me abrió las puertas de las televisiones, de la radio y fue el primer paso en mi carrera que tengo la suerte de mantener con la misma fuerza que el primer día, a pesar de que en estos momentos no tenga la posibilidad de salir en la tele todos los días como en aquellos momentos”.
De aquel chaval de hace quince años queda todavía una persona ilusionada con la música, que conserva los mismos amigos de entonces y que disfruta sobre un escenario como siempre lo ha hecho.
“A mí la fama no me ha cambiado. He tenido compañeros que los flashes les han podido deslumbrar y olvidarse de dónde vienen, pero yo siempre he sido la misma persona, porque entiendo que es la única forma de ser feliz en la vida, siendo uno mismo”.
Durante todos estos años lo que sí ha habido ha sido una reconversión de su música con la que experimenta de forma continua nuevos ritmos, fusionando por ejemplo el flamenco con lo latino. En este proceso de evolución hasta su nombre se ha transformado para convertirse en acrónimo. Junto a Doctor López desde hace más de un lustro han transformado la música urbana en España sacando canciones que siguen siendo inquebrantables en las listas de música urbana de Spotify como: “Cómo no te voy a querer”, “Gitana” o “Rumbera”.
Ahora llega esta reedición de “Amor de Contrabando” a la que ha sumado las voces de David Deseo y Barroso, que será todo un hit este verano en el que JDM recorrerá toda España, disfrutando de la música, o lo que es lo mismo, de hacer feliz a la gente.