Comenzó siendo el origen de lo que hoy es la ciudad de Puertollano. A través del carbón este municipio logró despegar de manera exponencial a partir del año 1873, fecha en la que se descubrió el carbón en la primera mina de Puertollano. Tras la actividad minera subterránea, Puertollano continuó durante varias décadas con la mina a cielo abierto, en esta ocasión en la conocida como mina Emma que inicia su extracción en el año 1976 con la empresa HUCESA, sucesora de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya –cuando ya se había terminado el plan de cierre de la minería subterránea entre los años 1970 y 1975-.
Esta mina a cielo abierto se encuentra entre dos castilletes de los que vieron la actividad en las entrañas de la tierra, el castillete del pozo Elorza al este y al oeste de la mina el castillete Lourdes, fue la última mina subterránea que cerró en esta cuenca carbonífera de Puertollano para dar paso a la extracción del carbón a cielo abierto.
Precisamente cuando se han cumplido 150 años del descubrimiento de este maravilloso mineral que tantos beneficios económicos trajo a Puertollano, este municipio sigue adelante con su evolución energética en estos mismos terrenos y lo hace a través de la instalación de nuevas energías renovables. Se trata de dos plantas fotovoltaicas que se han ubicado en los antiguos terrenos horadados por el carbón de la mina Emma, aquella mina donde trabajaban las grandes maquinarias y cada día desarrollaron su labor decenas de personas durante décadas y que hizo posible el desarrollo económico, industrial y social de la ciudad de Puertollano.
La mina Emma cerró su actividad productiva en el año 2015 y a partir de aquí comenzó una intensa labor de restauración de toda esta zona en la que durante cuatro décadas se había extraído el codiciado mineral. Una restauración que se prolongó hasta el año 2018 y donde 28.500 olivos comenzaron a ocupar centenares de hectáreas de este terreno –en total la mina Emma contaba con 1.000 hectáreas de superficie-, junto a otras especies autóctonas y frutales, unas 11.000 unidades más, que devolvieron a este paisaje su imagen a décadas atrás.
Fruto de esta restauración se llegó a contar con la producción de este aceite de los olivos que dejaban olvidada la mina Emma, un aceite que llegó a embotellarse y degustarse.
En estos terrenos de la mina Emma se pasó de actividad minera a actividad agrícola en unos años, sumado a la reforestación ecológica de la zona que devolvía al paisaje manchego su imagen ancestral. Ahora todo vuelve a cambiar y la producción de energía renovable toma su auge en la zona.
El progreso sigue
Sin embargo, el progreso industrial sigue llegando y aquellos terrenos que miraban hacia las entrañas de la tierra ahora lo hacen enfocados hacia el astro rey, hacia el sol, a través de las miles de placas fotovoltaicas que ahora vuelven a poner estos terrenos en el centro de la actividad industrial en Puertollano, en la moda de las energías renovables que tiñen el campo de otro color y forma. Con el reflejo del progreso.
Endesa ha puesto en marcha estas plantas solares fotovoltaicas, Estrella Solar con 35 MW y Encina del Sol con 34,88MW, ambas intercambian su brillo con el verde de los paisajes cercanos al río Ojailén. La construcción de Estrella Solar se ha prolongado durante un año para instalar más de 64.000 placas solares bifaciales para poder aprovechar la energía tanto en la parte frontal como en la parte posterior. En total son tres proyectos los que se van a poner en marcha en la zona de la mina Emma de Puertollano, el tercero es el proyecto Rocinante con 117 MW, uno de los más grandes que Endesa tendrá en Castilla-La Mancha.
“Hemos decidido reaprovechar toda esta zona en la que se extraía el carbón, en la mina Emma, cerró hace unos diez años y ahora dedicamos esta zona para darle una nueva vida a través de la energía renovable, hacer un guiño desde Endesa porque en el lugar de Puertollano históricamente hemos estado trabajando y ahora podemos volver a casa en cierto modo, mucha gente ha estado involucrada en esta mina y se han emocionado mucho al volver a formar parte de estos proyectos y ver esa transformación y reciclaje desde el carbón a la energía limpia”, explicaba Maruxa Quintans, responsable de Endesa en la ejecución del proyecto.
Ha sido precisamente en estos terrenos donde la transformación industrial está muy presente en estos días porque no solo se reciclan los terrenos o las industrias que se instalan en las mismas, también los trabajadores se encuentran inmersos en un proceso de reciclaje para poder seguir trabajando en las nuevas líneas de negocio que marcan estas empresas. “Yo creo que los españoles somos expertos en reciclarnos, es el caso de estos terrenos pero también es el mío, empecé trabajando en Chile y acabé trabajando aquí en el sector de las energías renovables, se les puede dar otra vida a los terrenos pero también a las personas”, justificaba Quintans que ahora realiza su labor en estas plantas fotovoltaicas de Endesa.
En esta zona se han respetado y se mantienen algunas especies autóctonas que en su momento se plantaron, tan solo han sido los olivos los que se han eliminado para proceder a la instalación de este nuevo parque solar. “Tienen menor valor medioambiental para poder instalar estas placas solares”, señala.
En el caso de Rocinante, que se construirá próximamente, también hay unas teselas medioambientales que se respetarán y otras zonas que se dejan para compensar el impacto que producen las plantas fotovoltaicas. Se trata de no eliminar totalmente el verde del paisaje e intercambiar los aspectos más industriales con otros medioambientales. Además, justifica Quintans, se reforestará la sierra en la zona de Puertollano con mayor impacto de deforestación y por cada árbol que se tala se plantan otros tantos “para que el impacto sea aún mejor que cuando estábamos antes de implantarnos”, asegura. Serán principalmente encinas los nuevos árboles que se plantarán en estas sierras aledañas a estas plantas fotovoltaicas, una especie autóctona muy apreciada en la región.
Estrella Solar comenzó su producción hace unos meses, a la espera de poder llegar al pico de producción en este mes de enero, “equivaldría al consumo de la población de Puertollano durante un año”. En la construcción de la misma han trabajado unas doscientas personas con un gran impacto económico en Puertollano y en la provincia. Ahora existen dos supervisores que también trabajaron en Puertollano y que regresan a su casa y empleos indirectos con unas diez personas trabajando en el mantenimiento de esta planta.
Faustino Ciércoles, responsable de sostenibilidad de Endesa en estos proyectos, explicaba que se ha hecho formación en montaje de paneles para que pudieran trabajar en la construcción de esta planta gente de la zona y revertir económicamente en el territorio donde están instalados. Además, desde Endesa se han barajado otras opciones para poder crear valor compartido dentro de la planta y se han puesto en marcha dos iniciativas, como es el pastoreo y la apicultura, que se fusionan con la fotovoltaica de la zona. Se trata de aunar la actividad industrial y mantener también la actividad ganadera y apícola que en su momento cubrían y disfrutaban de estos terrenos.
Pastoreo
Así pues, con el objetivo principal de minimizar el impacto ambiental de la planta fotovoltaica en el entorno se están llevando a cabo algunos proyectos que entran dentro de los pilares medioambientales de la empresa.
Los cuidados en materia de medioambiente también se extienden al ámbito ganadero. Desde Endesa se ha permitido que en este parque solar fotovoltaico se mantenga el pastoreo a través de un pastor, que ya lo hacía durante años en estas tierras, y “a nosotros nos sirve para tener una adecuación del terreno estupenda”, justificaba Quintans, palabras que apoyaba Ciércoles reseñando que se trata de “poder generar que el antiguo pastor que trabajaba en la tierra pueda seguir trabajando en esa tierra, y a nosotros nos ayude a limpiar, en esta planta con más sentido, al ser panales bifaciales nos ayuda mucho”.
Antonio Serrano, pastor, explicaba que permanece en esta zona con sus 480 ovejas, ahora entre paneles fotovoltaicos. Ha cambiado el verde de las dehesas y de las sierras de la zona por otras imágenes más industriales pero el trabajo a realizar es el mismo, el resultado también. “Yo creo que esto a mí no me va a perjudicar, las ovejas salen desde las diez hasta las cinco de la tarde para poder comer y luego se recogen por las noches, en cuanto amanece ya tienen que salir otra vez”. Mucha más tranquilidad le confiere a Antonio el pastoreo entre las placas porque “antes tenía que guardar los olivos para que no se los comieran y ahora no tengo que estar pendiente de esto”, justifica.
Apostando por la apicultura
Si hay un sector que se encuentra con grandes dificultades en estos tiempos es la apicultura. En estos terrenos las abejas podrán seguir con su incansable labor y lo harán con sus vuelos a través de las placas fotovoltaicas.
Moremiel es una empresa apícola que lleva trabajando en la zona desde el año 1965, es la tercera generación de apicultores y lo hacen a través de la llamada apicultura trashumante. Cristian Moreno, apicultor, explicaba que se dedican a la fabricación mielera desde hace décadas y ahora regresan a una zona en la que sus antecesores comenzaron a trabajar, aunque les haya cambiado el paisaje.
Moremiel deja sus panales en ciertas zonas de esta planta fotovoltaica para que sus abejas se vayan alimentando de la flora que hay en esa superficie y vayan mejorando su miel, estarán aquí en los periodos de floración del valle para poder trasladarse, posteriormente, a otros lugares y seguir con su fabricación mielera.
Así pues, en estas plantas fotovoltaicas Endesa le ha delimitado unas zonas para que la apicultura también pueda seguir ejerciendo su actividad. Una experiencia que esta empresa comenzó en la localidad de Carmona y que ahora también hace efectiva en Puertollano tras los buenos resultados obtenidos.
Es un sector muy dañado y “ahora podremos tener una zona delimitada dentro de la planta, vallada, libre de pesticidas”, lo que sin duda beneficia a la apicultura. Desde 1965 ya empezó con las colmenas en esta zona y ahora tienen la oportunidad de volver a sus orígenes, “se nos dio la opción de volver a las tierras donde habíamos estado años anteriores y ahora queremos polinizar todas las plantas que hay aquí de manera autóctona”, cuenta Moreno.
Las especies de floraciones para el tipo de miel son muy importantes y vuelven a esas especies que están en esta zona, “esto resulta beneficioso, serán unas cuatrocientas colmenas las que podremos tener en época de floración y para la invernada, donde hay una floración nueva ahí estamos polinizando, hacemos la zona de Málaga, la zona de la Axarquía, en la zona del Valle en primavera en verano los Picos de Europa, la zona de Segovia y más al norte”, explica Moreno hablando de su periplo trashumante por el país.
Durante todo el año se quedarán algunas colmenas estantes en esta zona para poder llevar a cabo la “miel solar”, la que sale en la zona de la planta fotovoltaica y ponerla a la venta a través de esta nueva denominación. Cristian Moreno mostraba su agradecimiento por “dar la posibilidad de seguir produciendo miel en sus instalaciones”.