María del Rosario Sánchez Díaz es la cofundadora y actual presidenta de la Asociación Marroquí de Derechos de los Inmigrantes. Su matrimonio mixto con un inmigrante de origen marroquí le ha convertido testigo de cuantos episodios de discriminación y de racismo que sufren los inmigrantes y sus familiares en España. Frente esta situación se ha creado un grupo de expertos y colaboradores de distintas especialidades que actúan para plantar cara al racismo y orientar a los que lo necesiten.
María recuerda que su infancia fue marcada por su abuela paternal quien le ha transmitido los valores humanos y universales para ser hoy capaz de liderar un proyecto que pretende luchar por una sociedad justa diversa y igualitaria donde pueden convivir distintas nacionalidades sin ninguna discriminación por el color, la religión u otra índole. Así, explica que su dinámica es no dejar nadie del grupo social atrás.
Para ella “la situación es alarmante porque en realidad no todos somos iguales, la igualdad esta disfrazada en los discursos políticos, las instituciones y las administraciones vulneran los derechos de la población de los inmigrantes y refugiados”.
María y su equipo han tejido una red de coordinación con la comunidad extranjera y sus representantes participando en los círculos de silencio en apoyo a los que huyen de las guerras, la hambruna o la persecución. Denunciando además la presión que ejerce la Unión Europea para frenar los flujos migratorios y la ineficacia de las estrategias Estatales destinadas a luchar contra el racismo. No obstante, AMDI ha recurrido a la justicia en varias ocasiones para denunciar o investigar comportamientos racistas.
Recuerda que hace 3 años han aparecido pegatinas fascistas en nuestra ciudad incitando la juventud al odio y al racismo, por este motivo aclara la presidenta de AMDI “nos hemos movilizado organizando jornadas y charlas para desahuciar la lacra del racismo del ámbito escolar y de nuestros barrios, como para sensibilizar sobre un fenómeno ambiguo, complejo y sensible como la inmigración. Por otro lado hemos llevado acciones para instar a los responsables a favorecer la protección de los inmigrantes y refugiados que sufren todo tipo de abusos”.
María afirma que “la dignidad de las personas debe ser respetada, sean vivos o sean muertos” por tal razón AMDI registró hace 4 años una petición donde reclaman un cementerio musulmán en puertollano.
“Nuestros pensamientos están con las víctimas de las redes de trata humana, y aquell@s que sufren en silencio la explotación laboral, por ejemplo los temporeros procedentes de Marruecos”, se indigna la presidenta de AMDI, y relata “exigimos nuevas políticas más humanas capaces de garantizar el pleno derecho de las personas migrantas. Como apelamos a instaurar una vía segura y digna para los que huyen de las guerras y la persecución”.
La presidenta de AMDI considera que “la historia de la humanidad está relacionada con las migraciones; la inmigración está en nuestro ADN, no hay muros ni fronteras salvo en las cabezas. Todos los hombres y mujeres nacen y mueren libres, pero aún no hemos adaptado a esta realidad, ni hemos aprendido las lecciones de ayer cuando fuimos inmigrantes y refugiados”.
El equipo de agentes antirumores de AMDI, promueve actos destinados a empatizar con los inmigrantes y refugiados como terapia necesaria que ayudará a situarlos en el papel de los que viven en el blanco de las políticas migratorias de la Unión Europea.
La nueva junta directiva de AMDI sostiene la misma agenda de actividades y de acciones de los últimos años, junto a los estatutos y la lista de reivindicaciones que forman el código ético que reagrupa a los socios y socias de la asociación.
Por todo ello son consientes que los próximos años deben trabajar con varios actores locales y regionales e inyectar un aire nuevo a este proyecto de integración y de convivencia que no son un objetivo a alcanzar, sino una realidad a gestionar entre varios actores que deben participar a hacer posible un mundo plural, multicultural, democrático y igual.