Se ha anunciado la suspensión de la Romería de la Virgen de las Viñas. Decisión esperada, lógica y razonable teniendo en cuenta la evolución de esta crisis sanitaria que todavía no afloja en sus terroríficas cifras. El momento es ideal para conversar con el presidente de la Hermandad de la Virgen de las Viñas, Alejandro Ramírez, que como siempre ha atendido con suma amabilidad la llamada del periodista.
“Estamos viviendo un momento muy complicado, muy duro para todos, -manifiesta-. Yo lo llevo con altibajos. Alterno momentos buenos con otros en los que aparecen la desesperación y la ansiedad. Pero creo que hay que aportar un rayo de luz, nuestra Fe está siendo sometida a una prueba importante y no podemos desfallecer. Es un momento de oración y, sobre todo, de oración en comunidad para que todos nos sintamos mucho más fuertes y seguros”.
Alejandro ha perdido a personas cercanas y tiene a otras muchas luchando en las habitaciones del Hospital. “Los llamo todos los días para ver como están, para que me digan como evolucionan sus parámetros de saturación, la fiebre, la tos…Les digo que la Virgen de las Viñas está intercediendo por todos ellos. Ella está apareciendo por las habitaciones del Hospital, por muchas casas de nuestra ciudad, para ayudar todo lo que pueda. Tomelloso tiene que tener Fe en su Patrona”.
Sobre si esta situación excepcional que estamos viviendo por la aparición del coronavirus marcará un antes y un después en la relaciones de las personas, Alejandro Ramírez sostiene que “nos va a dejar muy tocados, con una debilidad de la que antes no éramos muy conscientes. Hemos vivido mucho desde la individualidad y una situación tan dramática nos debe hacer pensar mucho más en el prójimo. De hecho, ya están apareciendo muchas manifestaciones de solidaridad, incluso, entre personas que hasta la fecha apenas se conocían. Está claro que habrá un antes y un después”.
Toca hablar de la suspensión de la Romería que todo el mundo esperaba, aunque es hoy cuando se le ha dado oficialidad a la decisión. “Lo primero de todo es la salud de las personas y no podíamos poner a nadie en peligro con celebraciones multitudinarias. Existe todavía mucho incertidumbre y no sabemos cuándo pasará esta pandemia. Este año tocará vivir la Romería interiormente. Nuestra peregrinación la haremos con el corazón y siempre teniendo muy presente a la gente que nos ha dejado y a los que luchan por superar esta enfermedad”. El presidente de la Hermandad tiene muy presente el clima de tristeza y desolación en el que han quedado muchas familias. “Han quedado destrozadas por la pérdida de seres queridos y ahí es donde tenemos que aparecer los cristianos para aportar luz en medio de tantas tinieblas”.
Le preguntamos si existe la opción encajar la Romería en otra fecha, una vez que superemos esta crisis. Alejandro Ramírez asegura que “no podemos hacer ningún tipo de planteamiento porque no sabemos cómo va a evolucionar esta pandemia. Una Romería requiere unas condiciones y una logística que puede tardar varios meses en darse. Pero los tomelloseros tienen que saber que la Virgen sigue ahí, dándonos su bendición y nos toca rezar mucho para salir de este atolladero”.