Este lunes nos ha cogido por sorpresa el fallecimiento de Clemente Cuesta Santandreu, primer alcalde de Tomelloso de este periodo democrático, en la Residencia San Víctor, de la que era usuario. Abogado de profesión, Clemente Cuesta se granjeó una merecida fama de hombre moderado y de espíritu conciliador, como demostró en aquella primera Corporación que presidió en la que los partidos alcanzaron un alto grado de entendimiento.
De aquel primer Ayuntamiento democrático que presidió Cuesta, de 1979 a 1983, formaron parte, entre otros, Godofredo Herrero, Francisco Belda, Pablo Casero, Columbiano Ruiz, Celia Soubriet, Ernesto García, Javier del Burgo o José Bonillo. Clemente Cuesta volvió a ocupar el sillón de regidor en 1986 tras una moción de censura a Pedro Carrasco, alcalde socialista que le había arrebatado la vara de mando en 1983. Volvió a presentarse con las siglas del CDS en los comicios de 1987 que ganó el PSOE, con Javier Lozano a la cabeza, ocupando su asiento en la oposición hasta 1991.
Persona inquieta, rasgo que le llevó a participar en diversos ámbitos de la vida social de Tomelloso. En los años 60 fue presidente de la Hermandad de la Virgen de las Viñas, también fue juez de paz de su ciudad. Aunque siempre estuvo dedicado a ella, fue tras la muerte de su padre cuando se empleó de manera exclusiva a la gestión de la bodega familiar. Fue reconocido con el Viñador de Honor en el año 2009.
Cabe destacar su incursión en el mundo de la información fundando la cabecera “Voz de Tomelloso” en el año 1964. El medio de comunicación, dirigido y editado por el propio Cuesta, estuvo en los kioscos hasta 1967 y por su redacción pasaron importantes plumas de la cultura local.
Con Clemente Cuesta se va un político de los que, no solo vivió, sino que ayudó a construir la transición democrática en el Ayuntamiento de Tomelloso.
