Los muchos amantes del arte que habitan en Tomelloso podrán disfrutar estas Navidades de la exposición “Una forma de mirar” del artista de Quintanar de la Orden, Julián Gómez. Permanecerá abierta hasta el próximo 9 de enero en La Posada de Los Portales. Su apertura tuvo lugar este viernes y los asistentes admiraron ya los magníficos dibujos y pinturas del artista.
El artista tiene montada una exposición en su localidad natal y fue gracias al pintor, Ángel Pintado, con el que le une una gran amistad, cuando surgió la idea de traer la obra a Tomelloso. “Estoy muy contento de poder enseñar aquí parte de mi obra, son 8 o 9 oleos y 25 dibujos que espero que le agraden a la gente”.
Gómez, que asegura haber sido recibido maravillosamente en Tomelloso, subraya que “soy más dibujante que pintor, pero a veces echo de menos el color. Me gusta la realidad, pero intento proponer algo más. A veces me trazo unas metas que me cuesta alcanzar, pero disfruto con lo que hago, llevo mucho tiempo pintando y espero que guste porque insisto me han aceptado todas mis peticiones y me han dejado esta maravillosa sala para enseñar mi obra”.
La concejala de Cultura, Nazareth Rodríguez celebró la coincidencia de la apertura de la exposición con el encendido de las luces de Navidad que contribuyeron a crear un buen ambiente en la plaza de España. “No solo hay luz ahí fuera, sino también aquí dentro con la obra de Julián Gómez que nos embellece La Posada en unas fechas tan señaladas, en las que siempre hay mucho tráfico de personas. Esta exposición va a gustar porque la calidad es indiscutible y hay que disfrutarla”. Rodrigo dio las gracias a las trabajadoras del Área de Cultura “por la labor que han realizado en la organización de esta exposición y el gran trabajo diario que realizan”.
Dice Federico Zuccaro de Julián Gómez que “es un excelente pintor, pero ante todo es un dibujante con mayúsculas”. Recomienda mirar la muestra “con espacio y tiempo” y define sus bodegones como “casi metafísicos. En ellos nos muestra la esencia de los objetos, en este caso, rosales, frutas y objetos cotidianos de su entorno, que el artista con su escrupuloso buen hacer los eleva a reales”. Perfecto apunte crítico para una exposición que merece la pena visitar.