Este jueves Bodegas y Viñedos Verum ha llevado a cabo la entrega de premios del I Concurso de diseño de producto “DiVino VERUM” organizado conjuntamente con la EASDAL (Escuela de Arte y Superior de Diseño Antonio López). Al cobijo de la majestuosa cueva, el acto ha contado con la presencia de casi todos los miembros de la familia López Montero, los ganadores, los responsables de la Escuela de Arte y el jurado de un concurso que nace con vocación de continuidad y la posibilidad de abrirlo a más participantes, más allá de los propios alumnos y ex alumnos de la escuela.
La ganadora ha sido Raquel Muñoz con un espectacular diseño de sacacorchos joya “Widmuma” del que ha hecho una demostración y que ha impresionado a los presentes por su innovador diseño y funcionalidad. “El diseño está inspirado en un racimo de uvas, algo simplificado. El resultado ha sido un sacacorchos que se aleja de los tipos más conocidos y que permite sacar el corcho sin dañarlo”, ha explicado. La ganadora no esperaba conseguir el premio “aunque reconoce que siempre que se acude a un concurso se tiene la idea de ganarlo”. Muñoz está pasando por un gran momento creativo. Hace poco consiguió otro premio internacional de diseño de embalaje de frutas. Es diseñadora de joyas y sus profesores le auguran un gran futuro.
También han recogido sus premios, las participantes galardonadas con los accésits; Alba Portillo, de Alcázar de San Juan y Sandra Hernández de Tomelloso.
El director de la Escuela de Arte y Superior de Diseño “Antonio Lopez”, Juan Carlos Albaya, ha expresado su satisfacción por el desarrollo de la primera edición del concurso de diseño DiVino Verum. “Con la Bodega tenemos un convenio desde hace varios años y ello nos permite patrocinar distintas jornadas y exposiciones que se hacen en la Escuela. Con el concurso damos un salto más en esta buena colaboración con una bodega que siempre se muestra muy receptiva con nuestras ideas”.
Albaya ha elogiado el trabajo desarrollado por los alumnos participantes, “más en esta situación de Covid tan complicada para todos. A ver si más adelante tenemos una situación diferente y podemos organizar actos más multitudinarios”. Albaya ha reflexionado sobre la buena relación del arte con el mundo del vino. “Para esta primera edición hemos pensado en el diseño de lo que es un sacacorchos que, tal y como se ha demostrado, tiene una posibilidades inmensas. Los chicos han demostrado mucho talento y creatividad”.
El miembro del jurado, Louis de Limburg Stirum, marido de Belén López Montero, es diseñador industrial y ha destacado el nivel de los alumnos de la Escuela. “Los proyectos han sido muy buenos. Es complicado innovar en algo tan cotidianp como un sacacorchos, pero han sabido combinar muy bien el aspecto estético con la funcionalidad”.
Belén López ha reconocido la difícil labor que ha tenido que realizar el jurado. “Los trabajos eran muy buenos y ha sido complicado hacer la selección de los ganadores. El mundo del vino es complejo y tengo que dar la enhorabuena a las tres mujeres que han conseguido premio. Esperamos seguir adelante con este concurso, celebrado en unas circunstancias difíciles, pero que nos deja un regusto muy bueno para seguir haciéndolo en próximos años”.
En el acto de entrega también ha intervenido la jefa de estudios de la Escuela de Artes, Marisol Ängulo que ha puesto en valor la colaboración entre las instituciones académicas y las empresas. “La formación en una Escuela de Arte va mucho más allá del hecho artístico. También reviste gran importancia lo profesional y curso tras curso salen promociones de alumnos con un gran nivel para trabajar en cualquier empresa. El diseño tiene una gran importancia en nuestra sociedad porque es un eje transformador, una empresa necesita al diseñador para que su producto evolucione y se promocione bien”.
Al final los asistentes han compartido un vino de honor y conversaciones en las que se ha abogado porque vino y cultura sigan entendiéndose en el futuro.
