De pañuelos de yerbas negros con calaveras y tibias cruzadas han plagado los vecinos de Torrenueva el stand de Castilla-La Mancha en la Feria Internacional del Turismo para presentar la singular fiesta de la Borricá, que “rinde homenaje y veneración a las benditas ánimas del purgatorio”.
En el Martes de Carnaval, el “abanderado” de la fiesta de la Borricá coloca a las ocho de la mañana con el primer “toque de ánimas” la bandera en el balcón o en la ventana de su casa, que ondea hasta las dos de la tarde, cuando subido a un caballo inicia una temeraria y atractiva cabalgata hasta la plaza de España.
En el Día de la Borricá, las gentes de Torrenueva montan equinos y ofrecen limoná, frutos secos y postres manchegos en sus casas. El aroma de la calle es a rosquillos, ojuelo, sequillos y buñuelos. Dicen que “todo lo descrito conforma una espectacular e impresionante reata de caballerías” que circulan por las calles para recoger limosnas, y donde “la muerte y la vida” están muy referenciadas.
Una invitación para “todos os ciudadanos del mundo”
El alcalde de Torrenueva, Julián León, ha destacado este sábado que el viajero que pise el Campo de Montiel se llevará “una huella imborrable al contemplar la riqueza paisajística, histórica y gastronómica”, aparte de los “encantos de la gente” de esta localidad con más de quinientos años de historia situada al sur de Ciudad Real.
Sobre la Borricá, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, el primer edil ha expresado que es “única” y que atrae miles de personas del entorno, y por ello ha invitado “a todos los ciudadanos del mundo, no solo de Castilla-La Mancha”, a que acudan a Torrenueva el próximo 25 de febrero. “Tengan la seguridad de que serán bien recibidos”, ha concluido.
Asimismo, la gastronomía de alta calidad está muy presente en Torrenueva, de hecho, allí está el restaurante Retama, el único de la provincia que cuenta con estrella Michelín. En el mismo Fitur, la asociación Afammer ha repartido productos típicos en el stand de Castilla-La Mancha en Ifema.