Ciudad Real apuesta por un turismo inclusivo para todos. La mejor muestra de esa apuesta por la integración fue la ruta guiada organizada este lunes en el Día Internacional del Turismo para las personas refugiadas procedentes de Afganistán, Marruecos, Senegal o Camerún que llevan meses o tan solo unas semanas en la capital.
En la plaza Mayor de Ciudad Real a nadie le sorprendió más la vestimenta y las palabras de Don Quijote y Sancho que a la veintena de personas solicitantes de protección internacional que participaron en la ruta organizada por el Ayuntamiento de Ciudad Real en colaboración con la fundación Cepaim. Pocos sabían que esos actores espontáneos que hablaban castellano antiguo son el icono más universal que tiene esta tierra.
Cuando llegaron a España, la mayoría apenas habían oído hablar de Madrid, Barcelona y de sus equipos de fútbol, por lo que la ruta fue toda una aventura que sumergió a los visitantes en la historia y en la cultura de la ciudad. No solo les llamó la atención las construcciones, personajes como Alfonso X el Sabio y la simbología, sino que muchos tuvieron por primera vez la oportunidad de visitar una iglesia llena de imágenes, algo inaudito en una mezquita.
Conocer la ciudad, más allá del parque, el centro de salud y el colegio
Los refugiados salieron de sus países de manera forzosa y ninguno eligió Ciudad Real como destino, sino que fueron derivados dentro del sistema de acogida e integración para solicitantes y beneficiarios de protección internacional, pero Ignacio Gómez, coordinador de Cepaim en Ciudad Real, destacó que “una parte importante del trabajo de inclusión en Ciudad Real es que conozcan el entorno en el que viven”.
Y ese saber desenvolverse en la ciudad, supone conocer más allá de su piso, el colegio, el centro de salud o los parques, sino que “enriquezcan la experiencia al conocer la historia de la ciudad y sus costumbres”. Por eso, estas rutas guiadas tuvieron sentido dentro de la programación del Día Internacional del Turismo, a pesar del evidente choque cultural.
Hasán, un joven procedente de Senegal que lleva 9 meses en Ciudad Real, reconoció a Lanza con un fluido castellano que aprendió en su tierra que tenía desde hace semanas “muchas ganas de hacer la ruta”. Así pues, quería saber la historia de los sitios que más transita, como el centro, el entorno de la plaza de toros y del gimnasio.
De San Pedro a la plaza del Pilar con un traductor persa
Entre los participantes hubo personas de siete nacionalidades y en la ruta los más avanzados del idioma hicieron de traductores de apoyo. Desde la iglesia de San Pedro a la plaza del Pilar, un afgano tradujo al persa las palabras del guía, que no dejó de decir curiosidades.
Antonio Ruiz, de la Asociación de Guías de Castilla-La Mancha, combinó la historia de Ciudad Real con fechas claves en la historia de los países de los participantes, para que ninguno perdiera el hilo. “La invasión árabe en Afganistán fue en torno al año 600 y en España en el 700, mientras que la fundación de Ciudad Real fue cuando vivieron la invasión de Mongolia en 1200”, explicó.
Pero es que mientras que visitaban el Palacio Provincial y el entorno de la catedral del Prado, el guía incluso recurrió para llamar la atención a temas de actualidad. Por ejemplo, Antonio explicó que, al igual que ocurre en La Palma, la plaza Cervantes está construida encima de un antiguo volcán, en concreto un maar, y que existen otros en el Hospital General Universitario y en el conservatorio de música, algo que causó gran sorpresa entre los asistentes.
El día a día de los solicitantes de asilo seguirá este martes entre clases de castellano, incertidumbre por el devenir de sus familias en sus países y búsqueda de un futuro laboral, pero desde esta semana saben un poco más de la cultura de esta ciudad cervantina, medieval y calatrava que les ha acogido con los brazos abiertos.
Otras actividades de la jornada
Asimismo, cabe recordar que bajo el lema ‘El turismo para un crecimiento inclusivo’, durante toda la semana habrá visitas guiadas para la población en general en el Museo López Villaseñor, Museo Elisa Cendrero, Museo del Quijote, Museo de Ciudad Real-Convento de la Merced, Parque de Gasset y Parque del Pilar. El objetivo no ha sido otro que dar a conocer a autóctonos y foráneos los secretos de la ciudad.