La asociación cultural Venta de Borondo y Patrimonio Manchego divulgaba este jueves los trabajos que se han llevado a cabo en la edificación del siglo XVI, declarado Bien de Interés Cultural, para evitar el derrumbe del torreón.
El acto, al que asistió medio centenar de daimieleños, entre ellos, el alcalde, Leopoldo Sierra, tuvo lugar en el patio interior del Museo Comarcal de Daimiel, y contó con la intervención del presidente de la asociación, David Cejudo; del doctor arquitecto y director de la obra; Teodoro Sánchez Migallón; de la restauradora, Isabel Angulo; y del arqueólogo, Miguel Torres.
Labor realizada
Durante más de una hora, los ponentes fueron detallando la labor realizada en la venta, desde las motivaciones de la asociación, hasta los aspectos de índole estructural que hubo que tener en cuenta para acometer la intervención, así como el punto de vista arqueológico. La restauración no solo afectó a la torre, sino también a parte de la muralla oeste y los tejados adyacentes.
Antes del comienzo de la charla, Cejudo señaló que han sido dos años de trabajo intenso ya que, al tratarse de un monumento protegido, hubo que conseguir todos los permisos y autorizaciones administrativas preceptivas, redactar el proyecto, conseguir fondos y, a finales del año pasado, acometer la obra utilizando técnicas tradicionales y contemporáneas a la época de construcción de la venta.
Mucho por hacer
“Aunque se ha conseguido el objetivo principal de asegurar la torre, –indicó Cejudo- aún queda mucho trabajo por hacer, sobre todo en las cubiertas de las naves principales, que siguen estando muy deterioradas y en peligro de derrumbe”. En cualquier caso, consideró que la asociación Venta de Borondo ha demostrado que, “con un proyecto sostenible y con una inversión no muy grande”, se pueden afrontar desafíos como este.
Por su parte, Julio Orellana, también miembro de la entidad, subrayó que la restauración del torreón “no deja de ser un símbolo, tan solo el primer paso de un trabajo que debe continuar en el futuro con el apoyo de las administraciones competentes”.
Presupuesto y fondos
El presupuesto de la obra, según informó Cejudo, ascendió a unos 23.000 euros. De esta cantidad, 6.000 euros se obtuvieron gracias al concurso Semilla Soliss (Fundación Soliss), más otros 13.267,65 euros de una subvención de áreas de influencia socioeconómica de Parques Nacionales de Castilla-La Mancha.
La asociación también dispone del dinero recaudado de la venta de la novela de José Aranda ‘La Venta de Borondo’, de la recaudación de la ruta de senderismo a la Motilla del Azuer organizada por Ayuntamiento de Daimiel, la colaboración de la empresa J. García Carrión, así como de las aportaciones de los miembros de la asociación y donaciones recibidas por parte de todas las personas interesadas en rescatar este edificio cervantino.