El colegio Virgen de la Cabeza, de Valdepeñas, y el Centro de Mayores de la calle Bonillas han puesto en marcha la iniciativa “Juegos de Antaño”, que ha sido presentada este miércoles en el centro educativo con la presencia de la directora provincial de Bienestar Social, Prado Zúñiga, y de la teniente de alcalde de Sanidad y Servicios Sociales, Vanessa Irla.
El proyecto intergeneracional pretende fomentar los juegos tradicionales entre mayores y niños. Se lleva a cabo en los recreos del colegio los jueves, cuando los mayores enseñan a los niños juegos a los que ellos jugaban a su edad.
Esta actividad para estar activos en el tiempo del recreo se incluye en el proyecto escolar saludable del colegio Virgen de la Cabeza, como ha explicado su director, César Caminero. En principio se destina a los alumnos de tercero y cuarto y luego se irá ampliando.
Vanessa Irla ha puesto en valor estas dos iniciativas que se aúnan, la del centro educativo de realizar actividades durante el recreo para mantenerse activos mediante juegos, así como la de los usuarios del centro de mayores, que han elaborado una guía de juegos tradicionales. Ha declarado que el Ayuntamiento trabaja por promover actividades para que los jóvenes sean más activos para evitar la obesidad infantil, así como en fomentar la igualdad.
Por su parte, la directora del Centro de Mayores, Fisina Sánchez, ha dicho que la propuesta fue del colegio, que se puso en contacto con el centro de mayores. “Me parece muy interesantes el intercambio de niños y mayores. Puede que muchos de los niños ya no tengan abuelos y les viene muy bien esta experiencia. Así no se pierden los juegos a los que antes se jugaban en la calle. Queremos que se juegue más con lo que jugábamos cuando éramos niños”.
Prado Zúñiga ha dado las gracias a Irla por su apoyo; al colegio por aprovechar este proyecto para practicar juegos alternativos; y al centro de mayores y a los mayores que participan por coger ese guante y querer participar. “Son actividades intergeneracionales muy positivas. Juegan, conversan, les cuentan cómo era su vida cuando eran pequeños… Así se dan cuenta de la evolución que ha habido, cómo era el colegio, la educación, los juegos, los juguetes… Creo que se va a generar un diálogo intergeneracional muy positivo, que los niños trasladarán también a sus propios abuelos. Es fundamental que conozcan y valoren las tradiciones y las costumbres”.
Ha añadido que sabrán valorar la mejora de la calidad de vida y del bienestar que ha habido. “Muchos de nuestro mayores no iban al colegio porque la educación no estaba garantizada. Son derechos que se consiguieron con la Constitución”.