Las antigüedades han movido civilizaciones, líderes mundiales y a cualquier mortal que fuese capaz de apreciar la industria, la historia y la tarea desempeñada por todos aquellos elementos que un día fueron elaborados para dar servicio o belleza.
Ya las recopilaban nuestros antepasados conscientes de su valía, por lo que hablar de ellas, sin duda, es hacerlo de los anales del hombre, de sus oficios, de sus destrezas y habilidades expresadas a través de aquellos útiles, enseres, muebles y manifestaciones artísticas que en el transcurrir de los siglos se han quedado por el camino.
Muchos de ellos, hoy en día, son verdaderas alhajas, no solo para quienes los conservan y atesoran, sino también para los mismos gobiernos, que hacen gala de ellos, exponiendo en museos y espacios culturales las muestras más selectas.
Algunas piezas alcanzan cifras millonarias en subastas y casas especializadas en diferentes áreas, de manera que son reclamo de inversores, así como de amantes del arte con una economía más que saneada.
En términos más comunes, con una participación popular más general, podríamos echar la vista atrás para recordar que incluso de pequeños en las viviendas de nuestros familiares nos criamos rodeados de multitud de bienes que no son ni más ni menos que las pertenencias cotidianas con las que vivían nuestros progenitores y antes de ellos sus ancestros. Sus trabajos elaborados en hierro, madera o barro son sin duda los cuerpos simples más vetustos que hay al alcance de nuestra mano.
No obstante, hay que aclarar varias cuestiones. Antigüedad frecuentemente se entiende como todo aquello que tiene más de cien años. Lo viejo, sin embargo, está por debajo de esa franja de edad. Lo vintage, que ahora está tan de moda, es todo aquello de las décadas de los años 50, 60 y 70 que marcó tendencia dentro de un estilo determinado. Y lo retro es una reproducción actual de esto último.
Postales, sellos y monedas
Así pues, como reminiscencia hacia nuestros predecesores, nos gusta guardar cosas. No se trata en exclusiva por su valor económico –que suele ser bastante limitado-, sino más bien por su carga sentimental, que nos recuerda con cariño a nuestros seres queridos, a épocas pasadas o incluso nos transporta a periodos de tiempo lejano que vivimos en primera persona y nos producen afecto y añoranza.
Por ello tendemos a coleccionar aquello que nos causa nostalgia de nuestra niñez, como ciertos juegos y juguetes, cromos, postales, tebeos, vinilos, llaveros, sellos, monedas y un sinfín tan grande que harían falta varias páginas de este periódico para enumerarlas todas.
Y es que, ¿quién no ha coleccionado algo a lo largo de su vida? Apuesto a que en algún momento prácticamente todos lo hemos hecho. Obviamente los tiempos han cambiado. Ahora acceder a las antigüedades es relativamente fácil, a golpe de ratón en el ordenador o clics en nuestros móviles, tenemos en nuestras pantallas todo aquello que podamos desear, con un gran abanico de precios. Esto es bueno porque de esta manera, desde tu propio domicilio, puedes ofrecer y acceder a básicamente todo lo que quieras y tu bolsillo pueda permitirse.
Evidentemente esto implica que hay mucha más oferta, si bien es cierto que la demanda desciende, por lo que casi todo es más barato que antes del boom de internet. Páginas como Ebay, Todocolección, Catawiki, Milanuncios, Segundamano, Wallapop, además de todas las profesionales del sector contribuyen a favorecer este tránsito.
El rastrillo de Valdepeñas
Por otro lado, los rastrillos de antigüedades proliferan cada vez más por nuestra geografía y hacen que esta actividad sea una apuesta más cultural de nuestros pueblos y ciudades, que mueven a un flujo de personas y que tratan de movilizar y crear un turismo relacionado con esta actividad.
En Valdepeñas somos pioneros en la provincia de Ciudad Real, con nuestro encuentro en el rastro que se organiza el primer domingo de mes en horario de 9 a 14.30 horas en la Plaza Nueva (en invierno) y en la Plazoleta Balbuena (en verano). Desde el 2010 esta actividad se consolida con la Feria de Antigüedades que este grupo orquesta los meses de octubre o noviembre en el auditorio de la Vera Cruz.
El que suscribe a nivel particular ha hecho de este hobby su actividad profesional principal, y es que vivir de lo que uno ama es la mejor manera de transmitir la pasión por este mundillo.
Durante las LXVI Fiestas de la Vendimia y el Vino, el rastrillo de antigüedades y coleccionismo estará de 10 a 15 horas en la Plazoleta Balbuena (para más información, facilitan el número de teléfono 619023970 y la web www.antiguat.com).