El Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Villarrubia ha anunciado que estudia adoptar medidas legales tras el “circo” en el que se convirtió el último Pleno y ante las amenazas recibidas por parte de simpatizantes socialistas.
En primer lugar, ha criticado la “mala praxis” del secretario municipal que, en el Pleno, fue el que dirigió al equipo de Gobierno, diciéndoles todo lo que tenían que hacer, cuándo tenían que votar, qué tenían que votar o contestar llegando incluso a contestar en nombre del equipo de Gobierno faltando al respeto y burlándose del PP.
La situación fue tan grave que incluso el público tuvo que apercibir al secretario en un momento del pleno porque ridiculizó a la concejal Rosa María Redondo.
El Grupo Popular va a tomar las medidas necesarias para que esto no siga sucediendo y el secretario limite sus funciones a las que la ley le atribuye y no las que se atribuye él mismo “es una vergüenza su comportamiento y el pueblo de Villarrubia lo está comprobando en las sesiones plenarias”.
Por otro lado, el Grupo Popular ha lamentado que la sesión plenaria transcurriera entre amenazas, gritos, palabras malsonantes y malas formas por parte del público que apoyaba al Partido Socialista y, por supuesto, del alcalde que no contestaba y no era capaz de poner orden en la sesión plenaria, dejando a los concejales del PP desprotegidos y a merced de los escraches que llevan entre sus afiliados.
El Grupo Popular se ha referido al presidente del comité de empresa del ayuntamiento, que jaleaba desde el fondo de la sala junto con la mujer del alcalde y su hermana, además de la madre de uno de los concejales que levantaba los brazos como una posesa y otro simpatizante socialista que amenazó con “romperle los hocicos” a un muchacho por decirle que se callara, además del anterior alcalde socialista.
El Grupo Popular ha presentado más de 60 preguntas y ruegos y obtuvo pocas respuestas, terminando con un equipo de Gobierno agotado y mareado porque no sabe lo que firma y no sabe lo que hace. Eso sí, quedó claro que a la piscina climatizada no le pasa nada, solo que hay que ponerse a trabajar para ponerla en funcionamiento y lo más importante: hay 5 liberaciones de las cuales no dan cuenta de sus jornadas, ni de la compatibilidad con sus otros trabajos, aunque según la concejala de Festejos, “para lo que cobro en el Ayuntamiento, trabajo más de lo que me corresponde”.