N. V.
Piedrabuena
A apenas unos veinte kilómetros de Ciudad Real y muy diferente de los campos de pastos amarillentos que dominan en la provincia durante el verano, el paraje de la Tabla de la Yedra en el río Bullaque, de una gran belleza paisajística y con una rica fauna y flora de alto valor ecológico, es una de las zonas preferidas por los aficionados al baño sin saturaciones de toda la provincia. Decenas de vecinos llegados de todo Ciudad Real e incluso foráneos de ‘veraneo’ llenaron este sábado, como los anteriores, las mejores zonas de acceso al río para disfrutar del remojo en aguas cálidas y tranquilas con la mirada puesta en las entrañables riberas de sauces, fresnos, álamos negros y blancos, y chopos.
Los embarcaderos dispuestos a lo largo de la tabla, al igual que el acceso habilitado con grava en las cercanías de los aparcamientos, fueron los lugares preferidos por los bañistas, que desplegaron su ‘relicario’ de sillas de playa, toallas, flotadores, manguitos y neveras con cervezas y refrescos. Aunque también fueron muchos los vecinos que pasaron el día en las mesas dispuestas en los merenderos o en las cercanías del puente flotante. Con espacio suficiente, cualquier hora del día fue buena para acercarse al lugar, incluso para los que llevaban mascotas.
Pero no sólo el baño y el frescor del agua en lugares de sombra atrajo a los visitantes, sino que también optaron por paseos en piragua por el ancho y largo de la Tabla de la Yedra, e incluso también fue posible contemplar alguna que otra barca con varios ocupantes. Asimismo, realizar la Ruta del Río Bullaque fue la mejor opción para los aficionados al senderismo e incluso colectivos de la zona realizaron dinámicas de ocio y tiempo libre, como la Asamblea Contra el Paro de Piedrabuena, que desde el espacio hostelero El Búho Verde organizó un maratón de fotografía con premios.