Daniela Hernán Marchán es el ejemplo perfecto de cómo se mezcla el deporte, el fútbol, la categoría femenina, la juventud, la discapacidad y la inclusión. Nació en Manzanares y tiene 13 años. Amante del deporte, su discapacidad auditiva no fue una barrera para participar, entre otros campus, en el Campus de Fútbol que promovió este pasado verano la Diputación de Ciudad Real. Fue en el campus de Arenas de San Juan que impartió el Formac Villarrubia, en colaboración con la Diputación Provincial. Y el resultado, cómo no, fue un éxito. Pero más que un éxito, fue una experiencia enriquecedora para monitores y para el resto de participantes cuando Sonia Alovera apareció como intérprete de Daniela. Todo fue así mucho más fácil.
“Acabé muy contenta, me divertí mucho, conocí a otros compañeros y amigos nuevos. Intenté ayudar al máximo a mis compañeros durante los partidos, es decir, ser una buena futbolista”, explica Daniela, que ya había participado previamente en otros campus, como uno en Barcelona de la Federación de Deporte y Desafío, además de otros dos de bádminton celebrados en las localidades de Moral de Calatrava y en Toledo.
Precisamente sobre esa modalidad de bádminton, reconoce que tiene un sueño y “es el de ser campeona de España de bádminton y poder ir a los Juegos Olímpicos”.
La joven manzanareña deja claras las dificultades que supone para ella la práctica del deporte y, en este caso el fútbol al que se dedicó en ese pasado Campus celebrado en Arenas de San Juan: “Hay barreras comunicativas, porque el fútbol es comunicación. Al estar pendiente del balón, no puedo ver ni oír a mis compañeros en según qué situaciones y no me puedo poner el implante coclear, porque si me dan un pelotazo o me dan un golpe se rompe”, afirma.
De esta forma, apunta a que “yo como persona sorda tengo que estar pendiente de todos los movimientos de mis compañeros y, por ejemplo, si salgo de la zona de defensa, al no oír si se pita falta o fuera de juego no me entero. De la misma manera, no puedo estar mirando la pelota y al mismo tiempo mirar a mis compañeros de manera continuada”.
En ese sentido, para Daniela Hernández “falta mucho por mejorar” en cuanto a la inclusión y también al deporte femenino, “ya que el porcentaje de niñas es mínimo. En el campus de futbol éramos dos niñas solamente”.
En cualquier caso, la deportista, a la que le gustaría estudiar de mayor biología para trabajar de técnica de laboratorio, asegura haber disfrutado mucho en este Campus. “Aprendí mucho de Pipe y de Jorge, que jugaban muy bien”, y se sintió muy bien acogido con la intérprete y sus compañeros: “Solamente conocía a los niños y las niñas de Cinco Casas y a los de Llanos del Caudillo, aunque a los demás no los conocía, estuve bien”, concluye.
| CAMPUS DEPORTIVOS DE LA DIPUTACIÓN |
|---|
| La Diputación Provincial organizó este verano pasado varios campus deportivos de promoción que se celebraron en municipios de menos de 2.000 habitantes y que fueron impartidos por clubes de la provincia que participan en competiciones nacionales. Chillón o El Robledo fueron algunas sedes para llevar a cabo los campus de balonmano, a cargo de clubes como el BM Bolaños, BM Caserío o el BM Pozuelo. En cuanto al fútbol, el Formac Villarrubia llevó las riendas de un campus en Valenzuela de Calatrava, otro en Corral y otro en Arenas de San Juan. El Club Baloncesto Daimiel dirigió un campus en Torre de Juan Abad y Villamanrique. Y el Balonmano Alarcos se encargó de los campus de fútbol sala y balonmano, que se celebraron respectivamente en Villahermosa (en la fotografía) y Retuerta del Bullaque. En los campus de fútbol, unos 150 niños y niñas se beneficiaron de un campus impartido por el Formac Villarrubia con la promoción de la Diputación de Ciudad Real.
|
“Es importante educar de pequeños en inclusión y diversidad para construir un mundo más solidario”
Sonia Cristina Alovera Carvalho de Castro (6/7/1983, Madrid) es Técnica Superior en Interpretación y Guía-Interpretación de Lengua de Signos Española. Trabajadora en la Federación de Personas Sordas de Castilla-La Mancha, fue la intérprete de la joven Daniela Hernán en este Campus de Fútbol de la Diputación Provincial. Se trata de una profesional que interpreta de forma simultánea la lengua oral a lengua de signos y viceversa, facilitando así el acceso a la información y comunicación entre personas sordas y oyentes de manera neutral y fiel, sin interferir en el mensaje ni en los interlocutores.
¿Fue difícil trabajar en un colectivo donde la mayoría eran niños y dentro de un perfil como la infancia?
No, realmente es el mejor colectivo con el que trabajar desde mi punto de vista, porque cuando yo explico que soy intérprete de alguna niña sorda o niño sordo, son conscientes automáticamente de que estoy allí para establecer la comunicación entre personas sordas y oyentes y que es como si yo no estuviera, es decir, que estoy allí para que se relacionen con Daniela, en este caso.
A mí me gusta trabajar con cualquier colectivo infantil, porque todo es naturalidad, los prejuicios no imperan como en la edad adulta. Se dan situaciones en las que le gritan a la persona sorda, pero cuando les explicas cómo hacerlo y te ven cómo llamas su atención, con movimientos de brazos o ven que me coloco delante para hablarle, copian cómo lo haces. Por lo general, les gusta y les llama mucho la atención la lengua de signos y cómo nos comunicamos. Siempre hay alguien que pregunta cómo se dice esto o aquello.
Con el tema de la inclusión y la discapacidad, ¿los niños empatizan muchas veces mejor que los adultos?
Sí, sin lugar a dudas. Los niños son diferentes, no tienen tantos prejuicios, todo les emociona y es mucho más fácil que entiendan que hay niñas o niños que no pueden oír, pero que son exactamente iguales que ellos y tienen los mismos derechos: quieren jugar, disfrutar de sus aficiones y hacer nuevos amigos, les unen los mismos fines y se comunican desde la naturalidad.
Cuando les explico a los grupos infantiles o individualmente a cualquier niño o niña qué es una persona sorda o sordociega, les digo que son personas que no oyen, o ni oyen ni ven, que utilizan la Lengua de Signos para comunicarse, pero por lo demás son iguales que el resto de humanos. Normalmente añado para que se entienda: “Es como hablar con un inglés”, es decir, utilizamos lenguas diferentes y hay aspectos culturales diferentes, pero nada más. Si queremos podemos comunicarnos, ya sea a través de whatsapp, con papel y bolígrafo, a través de las redes sociales o de manera natural con gestos y señalando… Y los niños y las niñas demuestran que, teniendo voluntad, la comunicación con las personas sordas no sería una barrera.
Sin embargo, los adultos no siempre entienden qué es una persona sorda y cuáles son sus necesidades y no siempre colaboran para hacer la vida de los demás más fácil con gestos sencillos. En muchas ocasiones la falta de empatía se produce por miedo o desconocimiento, pero los adultos empatizamos mucho menos por unos motivos o por otros.
Creo que es importante educar desde pequeños en inclusión y diversidad para construir un mundo más solidario e igualitario, para que nadie tenga que sentirse desatendido, como ocurre con las personas sordas y con sus familias.
¿La sociedad va avanzando en el tema de la inclusión o hay mucho que mejorar?
Obviamente algo ha avanzado si retrocedemos 40 años atrás y lo comparamos con la situación actual, pero los recursos que se ofrecen son insuficientes y siempre han de ser solicitados. No podemos hablar de inclusión en sí misma, las personas sordas siempre tienen que estar solicitando su derecho de acceso a la educación, formación, información, empleo, ocio, etc.
Lo cierto es que de unos años para acá, hay una mayor presencia del intérprete de lengua de signos en los medios de comunicación, pero sigue dándose en momentos puntuales. Actualmente, una persona sorda puede ver las noticias en televisión a las 7 de la mañana, pero no después si necesita un intérprete para verlo a no ser que utilice el subtitulado, que, cabe destacar, aunque la prestación de este servicio existe, es susceptible de muchas mejoras.
En sanidad, durante la pandemia hemos visto cómo había un intérprete en las intervenciones del presidente del gobierno, pero no cuando se daban indicaciones sanitarias, ni el resto de información, y la atención sanitaria se realiza de manera telefónica. En política, no todos los partidos solicitan el intérprete de lengua de signos para hacer llegar sus ideas al colectivo. Si una persona sorda quiere participar en un curso de formación privado ha de pagárselo y si el curso de formación es público, por lo general no se cubre su necesidad. En el ámbito educativo cuesta muchísimo trabajo conseguir que las personas sordas estén acompañadas por un intérprete en el aula.
Y así un sinfín de situaciones que sufren, aunque sí que la aparición de las redes sociales y aplicaciones móviles ha supuesto un avance grandísimo en la comunicación de las personas con discapacidad auditiva. Aun habiendo leyes aprobadas que avalan sus derechos, cuando una persona no tiene un acceso total a la información o cualquier ámbito de la vida, este hecho puede mermar sus elecciones vitales. Lo correcto sería no tener que incluir a nadie, sino que pueda hacer su vida de manera independiente, sin depender de si se subvenciona o no un recurso.
¿Le deja una lección o aprendizaje cada persona con la que trata?
Sí claro, siempre se aprende de cada persona, tanto sordas como oyentes. Lo que más me gusta de mi trabajo es precisamente trabajar con personas y en diferentes ámbitos.
