El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Medio Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha dado a conocer este viernes que agentes medioambientales han constatado el nacimiento en libertad de los primeros cuatro cachorros de una camada de lince ibérico en Castilla-La Mancha de este año.
A través de su perfil en la red social twitter, Martínez Arroyo ha informado de que se trata de la primera camada nacida en estado salvaje en el área de reintroducción de Montes de Toledo.
🐯🐯🐯🐯 ¡Primeros ejemplares de lince ibérico de 2019, nacidos en estado natural en los Montes de #Toledo! De nuevo, Malvasía, 3ª vez que cría, nos deja imágenes su nueva camada de 4 cachorros, ¡ya lleva 10 en libertad! 🐾 Éxito del Programa #LIFE @iberlinceEU 🇪🇺 I💚#linx #wild pic.twitter.com/eDVSX1Gp5i
— Francisco Mtz Arroyo (@fmartinezarroyo) 29 de marzo de 2019
“¡De nuevo, Malvasía!”, ha indicado el consejero, quien ha recordado que la hembra que ha dado a luz ha sido Malvasía, que por tercera vez ha logrado criar en estado salvaje, con lo que su nueva camada, de cuatro cachorros, viene a sumarse a los seis ejemplares que crió con anterioridad.
Martínez Arroyo se ha congratulado que sean ya diez los ejemplares que ha sacado adelante esta hembra de lince ibérico y ha asegurado que este nacimiento pone de manifiesto el éxito que ha supuesto el desarrollo del programa Life+Iberlince para la reintroducción del lince ibérico en las áreas en las que tradicionalmente estuve presente hasta que desapareció de ellas.
Hasta el nacimiento de estos cuatro nuevo ejemplares de Malvasía, en Castilla-La Mancha habían nacido un total de 70 crías en estado salvaje en Castilla-La Mancha, desde que en 2016 se registró el nacimiento de la primera camada en libertad en la región.
El proyecto europeo Life+Iberlince en el que se han implicado las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia, en España, ha posibilitado desde el 2011 y hasta este año en Castilla-La Mancha, al menos del establecimiento de cuatro poblaciones nuevas de la especie con al menos seis hembras reproductoras en cada una de ellas.
El objetivo con el que se trabajará es el de consolidar las poblaciones existentes, hasta alcanzar al menos las 20 hembras territoriales y conectar los núcleos de lince ibérico que existen en la Península Ibérica a través de los denominados ‘corredores naturales de la especie’.
