Aquellos países que sufrieron especialmente esta barbarie tienen actividades dedicadas a mantener el recuerdo y la lucha permanente frente a esa ideología que Primo Levi describe en uno de sus textos del modo siguiente: “…el fascismo no era simplemente un desgobierno grotesco e improvisado, sino la negación de la justicia… había surgido y se había consolidado como guardián de una legalidad y un orden detestables, basados en el apremio al trabajador, en la ganancia incontrolada de quien explota el trabajo ajeno, …en la mentira sistemática y deliberada.”
Ciudad Real no es ajena al horror del holocausto. Más de cien paisanos murieron en los campos de exterminio como ha documentado el portal “Víctimas de la Dictadura en Castilla-La Mancha”. La Agrupación Local del Partido Socialista Obrero Español quiere unirse al recuerdo emocionado de estas personas comprometiendo y renovando su trabajo frente al avance del fascismo en muchas zonas del mundo.
Porque el fascismo no desapareció con la segunda guerra mundial. Los regímenes fascistas del momento sí, pero las políticas fascistas se mantienen y en estos momentos de la historia resurgen en distintos países con fuerza extraordinaria. Cambia la época, cambian los personajes, cambian los discursos, pero los elementos básicos permanecen. Además, ahora con medios tecnológicos más sofisticados, pero con el potente soporte financiero de siempre. No estamos ante el tipo de régimen identificado con Hitler sino ante ideas, principios, discursos, estrategias que conforman actuaciones políticas indudablemente fascistas.
Hay algunas claves, fácilmente reconocibles, que ayudan a identificar esas bases de las políticas fascistas. Queremos hacer una descripción de algunas de ellas que ayuden a identificar cómo estas políticas van ocupando espacio entre nosotros. Así será posible contrarrestarlas y evitar que avancen y triunfen en nuestro país.
Se agita la falsa promesa de regreso a un pasado que se dibuja como glorioso. Pero conocemos cómo en la historia de España sólo ha habido mejoras en las condiciones de vida de los ciudadanos y garantía de derechos cuando el sistema democrático ha estado vigente. El lema “hagamos grande otra vez a…” se repite hasta la saciedad.
Cuando se hace gala de la virilidad, de la masculinidad y se cuestiona la legislación contra la violencia de género o de matrimonio entre personas del mismo sexo, se pretenden recuperar las más rancias tradiciones que han relegado a las mujeres a segundo plano y perseguido a muchas personas por razón de su orientación sexual.
Cuando se identifican en otros el origen de nuestros problemas, y el origen de nuestros miedos, que se alimentan con todo tipo de noticias, reales o falsas, y cuando se busca un enemigo, dentro o fuera de nuestras fronteras, se alimentan la xenofobia y el nacionalismo excluyente, se ataca la convivencia y surge la amenaza frente a la tolerancia.
Cuando se asegura que “estos sí que dicen las cosas claras” y se pretende con ello eliminar el análisis y el debate se alimenta el pensamiento único, la doctrina. En palabras de Jason Stanley “Cuando la educación, los conocimientos especializados o las distinciones lingüísticas se menosprecian, lo único que queda es el poder y la identidad tribal”.
Cuando la mentira, la medio verdad o la exageración, inundan buena parte de los discursos y estos se repiten machaconamente; cuando se inventan problemas y se provoca el debate sobre hechos inexistentes; cuando las reflexiones se sustituyen por eslóganes; cuando se afirma no entender, o directamente se niega, del valor de economía, o del medioambiente, o de la ciencia, y a cambio se ofrece un gran amor a España o el orgullo de ser español, se pone en evidencia cómo la propaganda fascista intenta avanzar.
No son estas cinco claves las únicas que señalan el intento del fascismo de crecer en nuestra sociedad, aunque sí son las más generalizadas en lo que llamamos Occidente. El fascismo tiende a crecer cuando las situaciones económicas son malas porque en ese marco las ideas indicadas penetran con más facilidad. Por eso los socialistas de Ciudad Real, junto con toda nuestra organización y todas las personas que suman en esta nueva etapa de España, nos concentraremos en defender los derechos y las condiciones de vida de nuestros conciudadanos para alejar de nosotros las consecuencias del avance de las políticas fascistas.
